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David Lynch y la literatura: un camino de ida y vuelta

Especial David Lynch y la literatura: un camino de ida y vuelta

Carlos Rey España /

2025 ha empezado de manera calamitosa. A los cambios políticos drásticos que se avecinan, se sumaba la muerte de David Lynch, uno de los creadores más singulares del último medio siglo. También uno de los más influyentes. Si tomamos como medida del impacto cultural y social de un artista la creación de un adjetivo a partir de su nombre, lo lynchiano (desde 2018, admitida en el diccionario Oxford de la lengua inglesa) está en ese nivel, junto con lo kafkiano y lo dantesco. Es el efecto de haber creado un mundo propio que, si bien muchos todavía intentan comprender cuando Lynch siempre defendía el poder de los sueños y el subconsciente, ha quedado instalado en la cultura popular. Tanto es así que es uno de los pocos cineastas cuya influencia se puede rastrear en la literatura, un arte que el propio Lynch cultivó.

David Lynch, escritor y lector

Resulta curioso que la obra literaria del realizador de pesadillas visuales como Cabeza borradora o Carretera perdida nos ofrezca una cara completamente distinta, quizás complementaria, a su imagen fílmica más popular. En Atrapa el pez dorado, el cineasta entregó un libro breve dedicado a una de sus pasiones, la meditación, relacionada con el poder creativo. Un libro luminoso y que es la muestra más clara del proceso creativo de un artista conocido por su rechazo a explicar sus obras. Su otra obra, esta vez coescrita junto a Kristine McKenna, es igualmente reveladora. Espacio para soñar es lo más parecido a unas memorias del cineasta, en el que también hay espacio para que familiares y amigos recorran su trayectoria vital. También el filósofo Slavoj Zizek le dedicó un ensayo, Lo ridículo sublime, en el que emparentaba su cine con el pensamiento de Hegel.

En un cineasta tan poco dado a mostrar influencias claras en su arte, los gustos literarios de Lynch nos muestran parte de su concepción del mundo y de su cine. Cuando decidió qué cinco libros colocar en la biblioteca de su club parisino, Silencio, optó por Crimen y castigo, La metamorfosis y las memorias de Frank Capra. Los dos primeros dan muestras de lo que buscaba el cineasta en su obra: la profundidad psicológica y las situaciones e imágenes surgidas del subconsciente. Un diálogo entre lo discernible y lo discernible dentro de la mente humana.

Lo lynchiano como material literario

Si bien la obra de Lynch como escritor es escasa, su cine es quizás uno de los que más textos de todo tipo ha generado en las últimas tres décadas. En el mercado se encuentran numerosas monografías, análisis críticos y volúmenes que recopilan información sobre sus obras, principalmente Twin Peaks. Un ejemplo es Regreso a Twin Peaks, en la que la editorial Errata Naturae reunía a cineastas, críticos y escritores a analizar distintos aspectos de su obra. También David Lynch, el hombre de otro lugar, en el que el especialista en cine Dennis Lim analiza su obra desde varias perspectivas para arrojar luz a una obra que es todo sugestión y subconsciente.

Pero lo lynchiano va más allá de su propia obra, y es posible rastrear el influjo del autor de Mulholland Drive en los libros de autores contemporáneos. Lo onírico de su cine se ha vinculado muchas veces a ciertas obras de Haruki Murakami, como Kafka en la orilla, pero es otro escritor japonés, Kobo Abe, el que se acerca más al universo del cineasta, en libros como El hombre caja. Los escenarios desasosegantes y las preguntas que suscita Bajo la piel, la novela de Michael Faber más tarde llevada al cine, poseen una atmósfera inequívocamente lynchiana, mientras que no pocos críticos han vinculado La casa de hojas, con su interpretación psicológica de los cánones del terror, con el autor de Carretera perdida

Otros autores, como David Foster Wallace, reconocieron su fascinación por el universo de Lynch, e incluso escribió un ensayo sobre cómo plasmaba el mal en su cine. Una influencia que se sigue percibiendo aquí y allí, y un puente entre un arte y otro que muy pocos pueden cruzar de esta manera.



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