Especial Descubriendo a Vicente Fatone, uno de los grandes intelectuales iberoamericanos olvidados
Fue uno de los primeros filósofos orientalistas en habla hispana, escribió sobre en budismo antes de que se popularizase en occidente y llegó a ser embajador de Argentina en India. Sin embargo, la figura del argentino Vicente Fatone es desconocida fuera de los círculos filosóficos y especialmente en España. Para paliar ese vacío, la colección Obra Fundamental de la Fundación Santander acaba de publicar La fábula mística, un volúmen que reúne varias de las obras fundamentales para conocer a una figura clave del pensamiento del siglo XX en lengua española. Juan Arnau, filósofo y astrofísico, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en pensamiento oriental y filosofía de la ciencia, ha prologado y seleccionado este volumen, y con él hablamos para descubrir a este pensador olvidado.
Video: Entrevista con Juan Arnau sobre Vicente Fatone
“Vicente Fatone nace en 1903 y muere en el 62, vive 59 años. Es decir, muere joven y es hijo de inmigrantes italianos, napolitanos, que llegan de manera muy humilde a Buenos Aires”, nos explica Arnau. “Es el menor de muchos hermanos, y todos trabajan en un puesto de verduras de un mercado, en un barrio de Buenos Aires. Vicente es inteligente y los padres ya han logrado acomodarse un poco y deciden que el niño estudie, cuando sus hermanos nunca han estudiado. Dicho lo cual va a tener una relación muy interesante con el teatro y con las artes, porque se va a hacer cargo de un puesto de cigarrillos, también en el mercado, y entonces ahí entra en contacto con gente del mundo del teatro”.
La inclinación por oriente y sus sistemas de pensamiento es casi un enigma. “Él en ningún momento dice de dónde le viene, pero claramente la tiene”, señala Arbau. ·De hecho, cuando sale de Argentina siempre es para ir a la India. Estudia matemáticas, no le interesa, después del primer año decide dejar esa filosofía y consigue una beca muy pronto para irse a la India. Esto es muy importante, porque es el primer gran orientalista en español de toda la historia de la lengua castellana. Cuando digo orientalista me refiero a una persona que se ocupa del pensamiento de la India y de la filosofía sánscrita. Él hace una monografía, la primera del mundo, no ya en habla español sino de todo el mundo, sobre Nagarjuna, que se llama El budismo nihilista”.
Pensamiento reunido
En La fábula mística, nos explica Arnau, se reúnen tres textos clave de Fatone. “Está un libro que se llama Filosofía y Poesía, que es, a mí entender, mejor que el de María Zambrano que se titula igual”, asegura. “También su último libro, que se llama Temas de mística y revisión, que es para mí el mejor que yo he leído sobre la experiencia mística. Es un libro extraordinario. Y luego, aquí hay un pequeño libro sobre el existencialismo que es una joya, El Hombre y Dios, que es también muy brillante. Y también una serie de artículos muy divertidos, que tienen un gran sentido del humor y de la ironía, publicados en la revista Sur, la revista de Victoria Ocampo”.
El volumen también añade un texto inédito, que aparece en las páginas mecanografiadas en las que le llegó a Arnau. “Es una pequeña autobiografía que hemos incluido al final de este volumen y que nos consiguió su hija, Marta Jatone. Nos dio unas hojas mecanografiadas muy deterioradas, que se ven aquí porque son una joya. Él va describiendo un poco todo lo que ha hecho en su vida, pero es una biografía que acaba cuando él tiene 40 años. Entonces, su época de gloria, que va a ser embajador, va a ser rector de la Universidad Nacional del Sur, y toda esa época, que para mí es la menos interesante, no sale en esta biografía”.
Una vida marcada por la integridad
A lo largo de su vida, Fatone tuvo enfrentamientos con las dictaduras de Argentina, que le valieron la retirada de su cátedra y un periodo de encarcelamiento. Sin embargo, Arnau indica que su obra no es abiertamente política. “Digamos que es una obra política en un sentido sutil”, aclara. “Guardar silencio y meditar yo creo que es una propuesta política, pero generalmente no se considera así. Es decir, no hablar de ciertos temas es una posición política. Él es un demócrata. De hecho hay un momento cuando ya cambia el gobierno en el que le quieren hacer ministro, y para ser ministro en esa época hay que jurar sobre la Biblia tus creencias cristianas. Él se niega y dice: ‘bueno, no soy ministro’. Hay un momento, por ejemplo, después de 28 años de matrimonio, en el que decide adoptar dos niños. Es decir, es un hombre que va por libre. Porque Fatone también es un artista, también es un gran trabajador, también es alguien que le fascina el teatro, que les fascinan las artes. Se ve muy bien en la parte final del libro dónde están sus artículos. Llenos de humor, llenos de ironía y llenos de buen corazón”.
Esa manera de ir por libro le llevó a acercarse a la filosofía orientasl antes que casi nadie en Occidente. “Escribió un ensayo sobre lo que se llama La moral japonesa, antes de que Suzuki escriba sus grandes libros sobre el Zen. Suzuki es la persona que da a conocer al Zen en occidente, pero antes Fatone ya había escrito sobre el Zen. Es cierto que uno de sus maestros, su mentor, que es Alejandro Korn, una persona muy importante en esa Argentina de los años 30, se confesaba secretamente budista. Pero en realidad, en Argentina prácticamente y fuera de Asia Occidente, nadie sabía lo que era el budismo”.
¿Por qué, con el creciente interés sobre todo lo oriental, en España casi nadie ha escuchado hablar de Fatone? Que realizase su trabajo en los años de la dictadura franquista no ayudó, pero hay otras razones según Arnau. “Siempre cuento que nosotros, los españoles, fuimos los primeros de la edad moderna en querer llegar a la India. Pero cuando llegamos a la India nos encontramos con América, eso hizo olvidar a la India”, explica. “En España sólo recientemente ha empezado a despertarse el interés por la India. Por la India cultural, por la India filosófica, por la India artística, por la India literaria. Ese ignorar a la India nos ha hecho que Fatone no haya entrado en la nómina de intelectuales o de pensadores que hemos ido buscándonos los que nos dedicamos a las escrituras. En España, sólo muy recientemente ha habido cátedras de filosofía sánscrita, sólo muy recientemente ha habido profesores dedicados al estudio de las culturas del pensamiento de la filosofía en India. Esto que es algo que Francia, e Inglaterra tienen desde hace 200 años y Alemania o Estados Unidos desde hace 100. En Harvard hay una Divinity School donde la gente estudiaba diversas religiones. Esto no existía en España, en parte por la presión de la Iglesia Católica. Ahora es el momento perfecto para rescatar figuras como la de Fatone, de gente que se ha interesado por esas otras culturas”.