
Especial Juzgar los crímenes de la historia: una conversación con Philippe Sands
El origen de La última colonia, la nueva obra del abogado, profesor de derecho y escritor Philippe Sands, está en una llamada de teléfono. El único problema es que, cuando la recibió, estaba sentado en un telesilla a cien metros de altura. “No es muy seguro coger el teléfono con guantes”, explica el autor que finalmente sí respondió. Al otro lado de la línea le esperaba el primer ministro de Mauricio, quien le habló de Chagos, un pequeño archipiélago en el océano Índico del que nunca había escuchado hablar. Todo esto lo contó a nuestro director Pepe Verdes en una charla en el marco del Festival Eñe en la que se habló de historia, colonialismo y qué es preferible, la paz o la justicia.

La historia de La última colonia es la de un pueblo, el de la isla de Pero Banhos, personificado en una mujer. "Liseby Elysé es una persona notable”, explicó en la charla Sands. “Nació en 1953 en una pequeña isla llamada Peros Banhos, con una población de 400 personas. No sabe leer y no sabe escribir, pero a los 70 años compareció como testigo en el Tribunal Internacional de la Haya. Hizo una intervención que duró tres minutos y 47 segundos y transformó todo el caso. Fue extraordinario estar allí”.

Sands era el abogado que llevaba la acusación del gobierno de Mauricio, que reclama la isla de Pero Banhos, contra el Reino Unido, el país al que aún pertenece por su pasado colonial. De allí se expulsó a más de 400 personas. El motivo era su ubicación estratégica en plena Guerra Fría, cuando el Reino Unido cedió la isla a EE UU. Cuando Mauricio se independizó, lo hizo sin contar con Pero Banhos en su territorio. Uno de esos hechos sorprendentes que nos habla del trato de los gobiernos occidentales a las colonias, y que en 2018 llegó al Tribunal Internacional de La Haya.
“Cuando conocí a Liseby Elysé me describió lo que sucedió el 29 de abril de 1973, cuando por primera vez vio algo que no había visto antes”, recuerda Sands. “Philippe’, me dijo, ‘he visto a un hombre blanco. Nunca antes había visto uno. Y vino y me dijo: ‘Mañana te irás, y no te llevarás nada más que una maleta”. “Y al día siguiente se fue, estaba recién casada, embarazada, perdió al niño. Todo eso lo describió a los jueces de una manera muy digna La pregunta que me hizo ese día en el tribunal en septiembre de 2018, creo que es algo que se pregunta en todo el mundo: Gran Bretaña no ha saldado las cuentas con su pasado colonial”.
"Hay cosas que sucedieron hace mucho, por razones complejas, y la sociedad ha decidido que no quiere enfrentarlas, las empuja hacia afuera".
Efectivamente, cómo juzgar los crímenes internacionales, especialmente si han pasado décadas, es una de las cuestiones de La última colonia y del trabajo de Sands, tanto como abogado como escritor. “Estoy trabajando ahora en un libro sobre el arresto de Augusto Pinochet en Londres. La verdadera historia de Pinochet en Londres es que fue procesado por gente que no fue capaz de procesar a Francisco Franco. Y la pregunta que me haces la podría hacer a todo el mundo: ¿Cómo puede ser que, en 2023, este país no haya hecho nada sobre los crímenes que ocurrieron 75, 80 o 90 años atrás? Es una pregunta universal: hay cosas que sucedieron hace mucho, por razones complejas, y la sociedad ha decidido que no quiere enfrentarlas, las empuja hacia afuera. Miran a los crímenes de otros, pero no a los propios”.
Paz y justicia
Preguntado por la elección entre justicia y paz, en casos como el español, Philippe Sands explicó su visión con cautela. “Si vas hacia un punto en el que la paz tiene prioridad sobre la justicia, para que funcione a largo plazo, creo que tiene que haber una responsabilidad, un relato, un proceso legal o una reconciliación. En realidad, creo que todas están interconectadas. Pero mi pálpito es que en España esto no se ha hecho a través de un proceso legal, sino que se ha hecho a través de la literatura, y ese es uno de los medios de proporcionar una responsabilidad de lo que ha sucedido en el pasado. Personalmente, tengo una mente muy abierta sobre cómo una sociedad pasa de una situación de conflicto a una situación de tranquilidad. No creo que solo tenga que ver con procesos jurídicos, pero lo que sí sé es que la sociedad que no sabe nada va a ver cómo los hechos del pasado les acechan de nuevo en algún momento”.