Dolores Reyes y los libros que inspiraron el fenómeno ‘Cometierra’
La autora argentina reedita su primera novela, perseguida por la ultraderecha de su país y convertido en serie.

Seis años después de su publicación, Cometierra sigue viva. La primera novela de la escritora argentina Dolores Reyes ha vivido una vida prolongada e inesperada, que dice tanto de la calidad de su obra como del momento en el que vivimos. Con la llegada del gobierno de Milei, el libro recibió críticas feroces de cargos como el secretario de cultura, que lo calificó de “degenerado” y pidió su retirada de las bibliotecas públicas. Una reacción que se une ahora a la serie de televisión que la adapta, y que ha llevado a la reedición del libro en países como España. La historia de Cometierra, una chica que conecta con las mujeres víctimas de feminicidios comiendo la tierra donde fueron asesinadas sigue removiendo por lo que cuenta y cómo lo cuenta, pese a que algunos quieran silenciarla. Hablamos con su autora y nos recomienda algunos libros que la inspiraron.
Video: entrevista y libros recomendados de Dolores Reyes

“Hace un rato, en otra entrevista, pasaba uno de mis hijos y me dijo, no puedo creer que todavía estés contando esto”, explica Dolores Reyes. En efecto, Cometierra apareció en 2019. “Lo que se esperaba es que fueran unos meses de promoción, que lo compraran quizás algunos amigos, algunos lectores, algunos familiares, que es lo que suele pasar con un primer libro. Y todavía estamos hablando de él. Sigo hablando de Cometierra y la siento tan viva, como que me acompaña siempre. De hecho, a veces paso por lugares y digo, este lugar lo siento tan Cometierra. Me sigue resultando un universo muy prolífico para pensar en cómo sigue esta historia”.
Parte de esa larga vida llega a su pesar. Sobre las reacciones de los sectores de la extrema derecha, la autora tiene varios diagnósticos. “Lo primero y lo principal, no lo leyeron, no tienen ninguna voluntad de leerlo tampoco”, cuenta. “El secretario de cultura de la nación en Argentina dijo que era un libro degenerado y para degenerados. Lo han citado mal, porque una de las dos citas que subió Villarroel a Twitter, diciendo un montón de cosas desafortunadas, no es de Cometierra. Uno infiere que nadie del entorno les está diciendo al menos léelo antes de opinar tan violentamente y tratar de sacarlo de las bibliotecas. Yo creo que molesta muchas cosas. Primero, el actual gobierno de Argentina niega la existencia de los femicidios y ha retirado la financiación a todas las herramientas que había para combatir justamente contra la violencia machista. La línea de atención telefónica, programas… Todo ha sido desfinanciado. De hecho, han intentado avanzar incluso contra la figura penal de feminicidio. Después, hay un tema que es que en Argentina no se puede hablar de las desapariciones, no se puede pensar en un desaparecido sin pensar en la última dictadura militar. Y este gobierno oscila entre el negacionismo de la violencia de Estado que aconteció en la última dictadura militar hasta incluso la reivindicación. Decir que se hizo y está bien porque supuestamente fue una guerra interna”.
Reyes cuenta que ella creció con estas desapariciones. “Yo nací en 1978 en plena dictadura de Videla y crecí viendo asociaciones de mujeres, de madres, de abuelas, buscando a sus hijos e hijas en la tierra. No como una metáfora literaria, pero ahí está de alguna forma en Cometierra y eso también molesta”. Y otra razón más: “Es una chica que cuenta su propia historia. Es una chica, al principio es una niña, pero después es una adolescente y llega a tener 17, 18 años hacia el final de la novela y sigue siendo su voz. Su primera relación sexoafectiva parece que es algo imposible de narrar. Es horrible asociar eso a una industria como es la pornografía y a cuestiones ligadas incluso a delitos, como la pedofilia, me parece un nivel de perversión del lenguaje increíble. Esa asociación que se hace, en la que incluso me llaman a mí degenerada, pervertida, que se ha denunciado, por ejemplo, al ministro de educación de la provincia de Buenos Aires, que es donde Cometierra fue seleccionada para una biblioteca, se lo ha denunciado como corrupción de menores y pornógrafos. Me parece increíble que estemos teniendo estas discusiones en el siglo XXI. Además, más allá del contenido de la novela, juzgar a un autor, a una persona, por las acciones de su personaje, prácticamente es el juicio a Oscar Wilde”.
Explicar la violencia
Una de las bazas de Cometierra es añadir ese elemento fantástico, sobrenatural, a una novela que trata un tema tan real y grave. “La tierra es el elemento material que termina siendo la fosa común, tan conocida en América, desde la conquista hasta todos los gobiernos, las dictaduras, el crimen organizado, el narco… Siempre tenemos esta triste cuestión que nos hermana a todos los latinoamericanos de saber perfectamente que es una fosa común, que es un entierro clandestino”, relata Reyes. “Cómo no pensar en la tierra, donde tratan todo el tiempo de ocultar esos cuerpos”.
La tierra, indica, también tiene otro sentido. “Es sostenedor de vida, es alimento, es potencia de la naturaleza, que eso está muy presente en la novela también, pero también lo otro. La tierra recibe esos cuerpos que se empiezan a descomponer y empiezan a ser parte de la tierra. Ahí surge la necesidad de un personaje que los pudiera vincular. Yo creo que la protagonista se traga la tierra porque primero es el femicidio de su mamá, y es una forma de guardarse algo de ella dentro del cuerpo donde nadie se la pueda sacar, se la pueda robar de nuevo. En esa desesperación, cierra los ojos y ahí conecta con ese don, que es un don chiquito, no es un don que salga volando y pare las balas de acero. Es el de conectar y ver con un cuerpo que está en la tierra o que habitó esta tierra qué le pasó, dónde está. En el contexto, en la realidad de Latinoamérica, ese don adquiere su dimensión”.
Cuenta la autora que su intención era que estos casos no cayeran en el olvido, o en la indiferencia. “Yo siento que la literatura sí puede atrapar a un lector, puede sensibilizarlo, puede hacerlo atravesar una experiencia que quizás no es su experiencia directa, pero que sin embargo, al estar atravesando eso, una experiencia simbólica, se puede conmover, puede incluso salir un poco transformado. Yo siento que hay una herramienta muy potente ahí que es la ficción. Puede quebrar un poco ese acostumbramiento que dan los números, las estadísticas, y el ritmo vertiginoso de vida que hace que a los dos minutos pasaste a otro tema y quizás ya no te acuerdas”.
Después de Cometierra, Dolores Reyes publicó Miseria, que continúa con ese personaje. “Tengo germen de otras novelas, pero no reniego de Cometierra para nada”, indica. “Cuando la escribí siento que fue el periodo de mayor libertad porque nadie me apuraba, nadie quería saber cómo seguía, realmente tenía en ese sentido una libertad increíble. Ahora tengo también un montón de gente que me pregunta por la continuación y que apoya la historia y los libros, y eso también es muchísimo, es muy lindo el ida y vuelta, o ir a los festivales y ver las lecturas. Son los lectores los que me cuentan de qué manera las violencias machistas operan en cada lugar, porque desafortunadamente el feminicidio es sistémico, con mayor incidencia, menor incidencia, pero siempre está en cada región, en cada cultura de una forma particular”.
Dolores Reyes y los libros que inspiraron el fenómeno ‘Cometierra’
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Voy a recomendar un libro que es una de mis dos citas de Cometierra. No voy a sorprender a nadie recomendando la poesía completa de Panero, pero miro hacia el escritorio o cerca de mi cama y está siempre Panero. Lo admiro muchísimo,lo disfruto, lo padezco, me conmueve. Todo Panero es increíble, pero bueno, mi preferido de todos es el poemario del Manicomio de Mondragón.
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Esta es una antología de cuentos de mujeres que descendieron a los infiernos, y la que hizo la antología, el análisis, el subrayado y la introducción de cada una de las cuentistas es María Fernanda Ampuero. Un libro que disfruté muchísimo, un librazo realmente.
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Juan José Saer, de él lo que quieran. Este es El arte de narrar, que son sus poemas reunidos, estos son sus cuentos completos, y si no leyeron nada de Saer pueden empezar por Cicatrices, o La pesquisa. Justamente tienen femicidios como nodo central, uno es un asesino en serie de viejitas en París, y el otro es un femicidio de un obrero, el día del trabajo, el primero de mayo de 1968. Luis Fiore mata a su mujer, esa es la excusa de Cicatrices, un libro increíble de Saer, una novela increíble y fue justamente la primera novela que leí de él y la que me llevó a leer absolutamente todo.