Estos libros no se parecen a nada de lo que hayas leído nunca
Obras que sorprenden y enganchan a través de jugar con la narración y el lenguaje

El arte tiene la cualidad de sorprendernos. Incluso cuando ya creíamos que lo habíamos visto todo, siempre hay alguna obra que consigue pillarnos con el paso cambiado, dejarnos con los ojos fuera de las órbitas y darnos la impresión de que estamos ante un planteamiento nuevo. En la literatura, también. Hoy repasamos esos libros que nos sorprenden y que no se parecen a nada de lo que hayas leído nunca.
Libros indescriptibles que nos sorprenden
En La infancia del mundo, la novela de Michel Nieva, hay niños insectos, videojuegos sobre masacrar indígenas y un mercado de valores de virus que provocan pandemias. Una de esas obras que se leen entre el asombro y el humor. En ese sentido, un clásico es La guía del autoestopista galáctico, la novela de Douglas Adams que parte de la realidad para pasar a un delirio intergaláctico.


Libros que juegan con el formato
Otros libros consiguen dejarnos boquiabiertos a través de jugar con el propio formato de la novela para alterarlo de manera sorprendente. Uno de los autores que más han contribuido a ensanchar esos límites es Georges Perec, en obras imprescindibles como La vida instrucciones de uso. Otra de esas obras que han cambiado las normas es La flecha del tiempo, la novela del añorado Martin Amis que va hacia atrás, empezando por el final de la historia para volver sobre sus pasos.


También hay libros que usan técnicas que hacen que la narración se fragmente, implicando al lector más que como un simple espectador. Miqui Otero recuperó en La cápsula del tiempo la literatura juvenil de “elige tu propia aventura”, haciendo que la narración avanzase según las elecciones del lector. Y en La casa de hojas, Mark Z Danielewski moldea el lenguaje hasta descomponerlo al ritmo de una historia de casas encantadas y dimensiones desconocidas.

