Grandes libros breves para devorar este verano
Verano y libros son una pareja bien conocida y avenida. Según el tipo de lector, hay un títulos que se adaptan a distintos tipos de lecturas. Los hay que prefieren novelas extensas para poder sumergirse a gusto, pero también los que buscan libros breves para obtener una experiencia más inmediata. Hoy hablamos de grandes libros breves para devorar este verano.
Libros sobre relaciones humanas
Los 15 relatos breves que Dorthe Nors reúne en Golpe de kárate son casi miniaturas, pero esconden una gran profundidad. Las relaciones humanas, lo oculto a la vista y los miedos y angustias contemporáneas son el motor de sus breves narraciones. La amistad entre dos latinoamericanas en Nueva York es el tema con el que Mayte López teje Sensación térmica. Los traumas del pasado y la violencia son algunos de los temas de una obra que se lee de una sentada.
Libros breves sorprendentes
Hay libros que enganchan por su propuesta y que hacen que acabemos sus páginas en un visto y no visto. Es el caso de Facendera, de Óscar García Sierra, un relato de la España sin futuro y de cómo las historias acaban siendo parte de un tejido cultural. Humor y cotidianidad son las armas de Cosas, los textos breves de Castelao, uno de los grandes intelectuales del siglo XX en Galicia. La editorial Libros del Asteroide rescata ahora uno de esos libros que desafían las definiciones.
Grandes historias en poco espacio
La extensión de un libro, ya lo sabemos, no está directamente relacionada con su poder narrativo. La maestra de Stalin, de Cristina Cerrada, es un ejemplo: una historia sobre las heridas de la guerra y la violencia que contiene mucho en apenas 240 páginas. En La voz de entonces, son los relatos familiares que recorren generaciones lo que hace de él un libro que de los que dejan un recuerdo vivo. En Fugaz, por último, Leila Sucari narra una relación entre una madre y su hijo recién nacido en una huida que les lleva hasta un lugar remoto de la costa argentina.
