Joyas escondidas: seis libros recientes que merece la pena recuperar
Una selección de obras que se pueden haber escapado al radar de los lectores.
La actividad editorial, con su aluvión de novedades, provoca que muchas veces se nos pasen grandes libros. El escaso tiempo y la ingente oferta nos hace que nos centremos en los nombres con más relumbrón, y muchas veces nuestro radar no detecta esas obras que no tienen tanto nombre pero que nos dan grandes alegrías si llegamos a ellas. Aprovechamos que agosto es el mes de parón por excelencia para hablar de varias de estas joyas ocultas, seis libros que merece la pena recuperar.
Novelas que emocionan
En Invernal, novela del italiano Dario Voltolini que fue finalista del prestigioso premio Strega, asistimos a una historia conmovedora sobre la relación de un padre con su hijo, y el deterioro del primero a raíz de un accidente de trabajo en el que se secciona un dedo. También desde Italia llega Lo único que importa es el verano, de Francesco Pecoraro, esta vez con la amistad de tres chicos y una chica como el telón de fondo de unas vidas que van avanzando y que tienen siempre en el recuerdo los días del verano de la adolescencia.
Dos novelas muy diferentes también entran en nuestra selección. En Confeti, Jordi Puntí novela la vida de Xavier Cugat, el músico catalán que conquistó el mundo, con la búsqueda de la felicidad a toda costa como objetivo. Por su parte, en Los pasajeros del tren de Hankyu, Hiro Arikawa toma a distintos personajes que viajan en ese medio de transporte para contarnos sus historias y mostrar la gran diversidad de vidas que se pueden encontrar en un mismo lugar.
Libros inclasificables
Hay otras obras que se salen de lo habitual y que por ello consiguen sorprendernos. Es el caso de Cositas, del francés Benoît Coquil, que sigue la senda de un hongo psicotrópico desconocido desde las montañas de Oaxaca en México hasta Nueva York y su impacto en otros lugares del mundo. Para terminar, una reivindicación. En Breve historia de la oscuridad Vicente Monroy nos habla de la magia que se crea en una sala de cine cuando se apagan las luces y el universo se reduce a una gran pantalla.