Libros y cómics que marcan una vida, recomendados por Ilu Ros
La ilustradora presenta 'Una casa en la ciudad', un libro basado en sus propias experiencias sobre el desarraigo y la búsqueda del propio camino.

El momento en el que dejas tu casa para abrirte camino, lejos de tu familia y amigos, y empiezas a ver, como decía Gil de Biedma, que la vida va en serio. Esa es la época en la que la ilustradora Ilu Ros sitúa Una casa en la ciudad, su nueva obra, a mitad de camino entre el cómic y la novela. La autora de Cosas nuestras y Federico, una biografía ilustrada de García Lorca, se centra esta vez en sus propias vivencias para una obra que tiene tanto de personal como de generacional: el miedo al futuro, la presencia de la precariedad, el síndrome del impostor y otras tantas inquietudes actuales pueblan su nueva obra. Hablamos con ella de todo esto y nos recomienda libros y cómics que marcan una vida.
Video: entrevista y libros recomendados de Ilu Ros

El origen de Una casa en la ciudad, cuenta Ilu Ros, viene de antiguo. “La sitúo en el momento en el que me volví de vivir de la ciudad, que es Londres, ya con Cosas nuestras hecho, un libro en el que la protagonista era mi abuela”, recuerda. “Era una conversación intergeneracional entre mujeres de diferentes épocas en España, y en el que se hablaba de la migración de mi familia y de esas mujeres de los años 40 y 50. Ese libro lo hice en Londres y se publicó cuando yo ya estaba aquí. Y precisamente es un libro que hablaba de mi búsqueda, siendo yo migrante, de dónde estaban mis raíces. Empecé a pensar cuál era mi raíz, de dónde venían esas canciones de copla que mi abuela me cantaba, y empecé a tomar notas al volverme de Inglaterra después de 8 años allí trabajando, de qué era lo que yo ya sentía al estar allí, cómo me había sentido como migrante, cómo me había sentido perdida, de ese momento un poco de confusión que luego ya se fue apaciguando”.

Para su autora, Una casa en la ciudad está, por tanto, muy vinculado a Cosas nuestras, como si fuera su reverso. “Creo que es también una respuesta a ese Cosas nuestras, donde buscaba dónde estaba mi raíz”, señala. “Aquí yo creo que se habla de la otra cara, que es el desarraigo. Cuando te vas y ves que a lo mejor te estás alejando del lugar de donde eres y ya no eres la misma”.
Escribir (y dibujar) desde la memoria
Cuando se puso a la tarea de escribir de sus propias experiencias, Ros se dio cuenta que no iba a ser tan sencillo. “Yo me imaginaba que ya estaba preparada, que ya podía hacer este libro, y me imaginé que iba a ser un paseo. Cuando empecé y me metí de lleno, me di cuenta de que no era un paseo placentero, creía que los momentos difíciles ya eran totalmente de agua pasada y ves que en aquel momento pasaban cosas en mí que siguen pasando hoy en día, como esa inseguridad, ese no saber hacia dónde vas, tener siempre la duda. Hoy en día sí que me dedico a lo mío, soy ilustradora, pero sigo teniendo el miedo de preguntarme: ¿realmente eres ilustradora o no lo eres? O te ves con cierta edad y ves esa precariedad, ese miedo al futuro, dices igual me tendré que buscar un trabajo de verdad y dejar lo mío. Creo que eso es un poco común, pasa mucho”.
Esas experiencias y preguntas son universales. “Muchas personas que se han cambiado de ciudad, han migrado a otros países, se van a otro lugar para buscar su vida profesional, ahacer su vida. Creo que todo el mundo puede encontrar alguna conexión en alguno de los temas del libro, porque habla también de esa búsqueda, de esa salida de la familia, cuando te encuentras perdido, cuando no sabes hacia dónde vas…”, cuenta. “No hace falta que hayas vivido exactamente la misma experiencia, también hay una serie de personajes que aparecen en el libro y hay un momento que cogen bastante importancia, bastante peso y desaparece el personaje principal. Yo quería reflejar que muchas veces estamos ensimismados en nosotros mismos, y que no vemos que todos estamos pasando por algún tipo de duelo o de problema”.
Otro desafío al que se enfrentó Ros fue pasar de hablar de la vida de otros a la propia. “Cuando estuve trabajando sobre Federico García Lorca, intentaba entender a través de su biografía y de su obra qué era lo que Lorca había sentido en cada momento de su vida. Pasarlo por mí y qué es lo que a mí me hace sentir su obra”, cuenta. “A mí me parece muy interesante lo que pueda decir Federico García Lorca, no puede no serlo, y me parece interesante lo que pudiera decir mi abuela, una mujer del campo que nadie la conoce, pero cuando cambias el foco y yo soy la protagonista,te preguntas si es realmente interesante lo que puedo decir. Hay ahí una lucha, porque te preguntas cómo puedo considerar que es interesante lo que yo pueda decir, y a la vez creo que tengo una necesidad de contar algo”.
Para este libro, Ros utiliza además numerosos estilos de dibujo y acercamientos, según el momento de la narración. "Este es mi libro más comiquero, yo creo que puede entrar en la categoría de cómic, pero yo siempre intento que una cosa sin la otra se quede coja, que texto e ilustración juntos y vayan dialogando", señala. "Sí que utilizo diferentes maneras de contar, hay una parte muy de viñetado, otras que son más como una ilustración, hay partes que parecen como una revista... Yo creo que fui sintiendo esa necesidad. En mi cabeza estaba todo como por piezas, en diferentes tiempos. La parte de los recuerdos, en la que me encuentro con la ciudad, es un poco más de ironía, de humor, con esas pequeñas viñetas que también forman parte de la fantasía. Hay una serie de decisiones técnicas, gráficas, que me costó encontrar, pero al final estoy contenta con el resultado".
Libros y cómics que marcan una vida, recomendados por Ilu Ros
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Es un cómic de una autora de Nueva York, y me encantó porque me sentí muy identificada, salvando las distancias. Ella habla sobre su trabajo y la vida precaria de una ilustradora y luego también pasa por una serie de problemas que le van surgiendo. Me sentí muy identificada y me hizo reír mucho.
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Un clásico pero nunca lo había leído, y me gustó mucho la diversidad de voces dentro del libro y los diferentes puntos de vista de los personajes.
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Un cómic de Antonia Bañados, que es una chica chilena que cuenta la historia de una mujer que estudia cirugía en Chile, un poco como si dijéramos la Marie Curie chilena. Es un libro que narrativamente, visualmente, es precioso.
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No sé por qué, es un libro muy pequeño pero me dejó como una sensación que nunca me había pasado. No sé explicarlo ni siquiera. Es una historia de un niño y el punto de vista de ese niño y lo que está sucediendo, que es algo grave, pero no se sabe bien qué es. Me tocó mucho, me dejó varios días pensando.
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