Libros de flamenco que son puro arte, recomendados por César Suárez
Hablamos con el autor de 'El enigma Paco de Lucía', la biografía definitiva del guitarrista

Pocas figuras más capitales han existido en la música popular española como la de Paco de Lucía, y pocas son tan desconocidas como la del guitarrista de Algeciras. Ese misterio que rodea a uno de los grandes del flamenco es el que ha impulsado al periodista César Suárez a escribir El enigma Paco de Lucía, una de esas biografías que se revelan como definitivas para comprender a la persona esquiva detrás del talento. Con él hablamos de su personalidad oculta y nos recomienda libros de flamenco que son puro arte.

El origen de esta biografía, explica César Suárez, es la curiosidad. “Ese es el resorte que me lleva a mí a profundizar, a investigar, a querer saber más de su figura”, explica. “Era una figura compleja, un genio, tenía un don prodigioso para la música, para la expresividad. La escritura de El enigma de Paco de Lucía es, cuenta Suárez, como “ir llenando un hilo con cuentas, hilarlo y narrarlo para que quede bien relatado. Quería que esto fuera un relato sobre una vida, sobre hechos reales, pero que se pudiera leer también como pinceladas o rasgueos, por hablar en el término más guitarrístico, de su vida”.

En esa exploración, Suárez fue tomando contacto con las personas que más conocieron a Paco de Lucía. “Cuando empiezo a hablar con quienes mejor le conocen, su familia, sus músicos, sus amigos, empiezan a decirme que lo más característico de él era su angustia, su tormento interior”, explica. “Puede parecer contradictorio, con esa fuerza, esa expresividad, y ahí empiezo a ver cómo puedo construir una narración de su vida y de su figura. También para que llegue a todo el mundo, y que a la vez sirva de puerta de entrada al flamenco”.
Descubriendo a Paco de Lucía
En el relato de su vida, Suárez muestra que “Paco tuvo un complejo de no saber y, sobre todo, un complejo de no tener cultura, porque él dejó la escuela con 11 años. Pero tuvo esa inquietud intelectual, que es algo inaudito, lo que enlaza también con que no fue solo una revolución en la música, sino que va más allá intelectualmente. Era algo inaudito, inédito en el flamenco. Leía a Ortega y Gasset, leía a Sartre, a Camus… tenía inquietudes. Hablaba inglés, porque había viajado desde los 12 años. Un flamenco hablando inglés era otra cosa rarísima. Ese complejo de falta de cultura lo va supliendo con su amor propio, con ganas de saber. A la vez, se sitúa en un lugar en el que está solo, porque hay otros guitarristas pero nadie a su altura”.
En la construcción de esa personalidad, la figura del padre de Paco de Lucía es clave. “A mí, los músicos me decían: ‘Paco es lo otro’. Eso que ya no sabes definir, y ahí está solo. Además, él es su único enemigo, porque se reta a sí mismo. A la vez, tiene una carga de responsabilidad, porque es el referente del flamenco, de un flamenco que él ama, porque es su tradición. Es la imagen de su padre, severo, imponiéndole disciplina con 6, 7, 8 años para que estudie, 8 o 10 horas cada día, y eso él nunca olvida. Su inquietud y su ambición musical le lleva a escaparse con músicos de jazz, con la música clásica, pero a la vez no quiere olvidarse de lo que realmente es. Hay una entrevista que le hace José María Íñigo, y fíjate tú lo que le preguntaban entonces, en prime time: ‘¿Quién es Paco de Lucía?’. Y él responde: ‘No lo sé, llevo toda la vida buscándome, tratando de saber quién soy”.
Este acercamiento a de Lucía es también una forma de llevar el flamenco a otros públicos. “Yo soy un forastero. Y lo que hago es con todo el respeto y todo el cariño, porque me gusta mucho”, puntualiza Suárez. “Entonces, utilizo ese hándicap como ventaja, con ojos nuevos de traductor. Hago el trabajo de preguntar y de investigar, precisamente para acercarlo a posibles nuevas generaciones que puedan tener interés para empezar en una cultura que es única en el mundo. No es como la música pop inglesa, que hay en muchas partes del mundo y todos imitan. Esto ocurre solo aquí. Y además está encadenado con un montón de gente de hace cientos de años, o por lo menos que se sepa, mediados del siglo XIX, con unos nombres flipantes. El Planeta, el Borrico, la Piriñaca… El flamenco tiene todos los elementos para crear un género de personajes, de paisajes, de vivencias, de situaciones sublimes y también míseras y miserables. De cruces de caminos, de pícaros, de subidas... Lo que he tratado de añadir al libro son todos esos elementos de ficción y ese colorido que sale del flamenco. Hay un mundo fascinante. Es interminable”.
Libros de flamenco que son puro arte
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Félix Grande conocía muy bien a Paco de Lucía. Tiene un libro que se llama Memoria del flamenco, que no es digamos sencillo de leer, pero es un libro que tiene mucho interés.
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Las confesiones de Antonio Mairena
Antonio Cruz García
Editorial Universidad de Sevilla-Secretariado de Publicaciones
Donde habla de la razón incorpórea. Dice que el cante gitano viene de una razón incorpórea, y que eso explica que el cante gitano sea distinto del cante andaluz.
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Los escritos que tiene Falla sobre música, y toda la documentación que hay sobre el concurso de flamenco de Granada de 1922, donde Falla escribe una introducción y habla de la importancia de la guitarra española y del flamenco, eso también es muy interesante.