Libros bestiales: cuando los animales toman la palabra

Escribir es, en buena medida, adoptar otros puntos de vista. Un ejercicio de empatía que lleva a los autores a meterse en la mente de personajes que poco o nada tienen que ver con ellos. A veces, sin embargo, hay escritores que adoptan la perspectiva de seres no humanos para observar el mundo con nuevos ojos. Hoy repasamos libros protagonizados por animales.
Libros desde la perspectiva canina
La utilización de los animales como narradores de historias es tan antigua como la propia ficción, con los cuentos y fábulas como referente más obvio. Sin embargo, muchos autores utilizaron esa perspectiva para diseccionar el mundo y la sociedad humana, mostrando nuestros sinsentidos. En El coloquio de los perros, Cervantes nos presenta a los perros Cipión y Berganza, que repasan sus experiencias con distintos dueños. Mucho más tarde, Jack London colocó a otro can, Buck, en La llamada de lo salvaje, novela de aventuras a la vez que libro de iniciación a la vida.


Los perros han sido, sin duda, los animales más recurrentes para narrar historias, dada su proximidad a los humanos. Con Tombuctú, Paul Auster nos presenta a Mister Bones, un can que acompaña a su dueño errante y apasionado de la poesía. En otras ocasiones, un perro narrador sirve para tejer una sátira, como en Corazón de perro. Bulgákov establece en ella un paralelismo entre la vida de un can adoptado por un cirujano y la Rusia soviética.


Igual que Machado decía que su infancia era un patio de Sevilla, muchos de mis recuerdos de infancia están relacionados con Rusia. He retomado este libro recientemente, la historia de un perro al que convierten en humano y llega a ser funcionario de la Rusia comunista. Una sátira absolutamente genial
En Flush, Virginia Woolf se sirvió de un cocker spaniel para contar la vida de su dueña, poeta, convirtiéndose en su confidente. Por su parte, Arturo Pérez Reverte tiñe de novela negra su Los perros duros no bailan, relato de la búsqueda de dos perros desaparecidos por parte de Negro, el can protagonista. A la vez, es que un canto a un sistema de valores muchas veces más justo que el humano.


Libros con otros animales literarios
No solo los perros han sido los elegidos para narrar historias. Los gatos, otro animal doméstico pero con un carácter muy distinto, han protagonizado obras como Soy un gato. En ella, Natsume Soseki utiliza a un felino de mente afilada e irónica para desentrañar el mundo. La relación entre dos especies muy distintas le sirvió a Luis Sepúlveda para crear una de sus obras más conocidas, Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar. Otro autor que ha recurrido en distintas ocasiones a la mirada animal es Bernardo Atxaga, en cuyo libro de relatos Desde el otro lado un sabio búho tiene la clave para resolver un crimen.

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar
Luis Sepúlveda
Tusquets Editores S.A.

