Libros sobrenaturales para disfrutar pasándolo mal, por Esther García Llovet
Hablamos con la autora de 'Los guapos' de frikis, aprovechados y escribir para disfrutar.

Esther García Llovet sigue siendo una autora que no se parece a nadie. Si en sus obras anteriores había explorado el costumbrismo mezclado con lo absurdo, en Los guapos la autora entrega en segundo libro de su trilogía levantina. Una historia de fenómenos sobrenaturales, frikis y picaresca. Hablamos con ella de escribir para pasarlo bien y de libros sobrenaturales para disfrutar pasándolo mal.
Video: entrevista con Esther García Llovet

Confiesa Esther García Llovet que le sorprende que no haya dedicado una novela a lo sobrenatural antes cuando “es parte de mi identidad. Siempre me ha gustado mucho”. Los guapos parte de unos dibujos en unos cultivos, los llamados crop circles, que aparecen junto a un camping en El Saler. Un acontecimiento que atrae por igual a curiosos, frikis y algún listo, como Adrián Sureda, el protagonista. La idea de la novela le surgió a Llovet estando en esa zona. “Estaba en Valencia, después de haber estado en El Saler unos días. Se puso a llover mucho, había quedado con un amigo y dije, bueno, voy a esperar en una librería. Allí había muchos libros de segunda mano, de fotografía, y entre ellos había uno de los crop circles. Después de haber estado tres días en El Saler, en un camping sola, donde además solamente había gatos, algún holandés que me daba más miedo todavía que los gatos, me dije, tengo que hacer que pasen las dos cosas.
Lo sobrenatural y la picaresca
En Los guapos hay frikis y aprovechados, ambos sectores que atraen la atención de la autora. “Siempre me ha gustado much el movimiento friki. Ahora mola mucho que te llamen friki, pero cuando tenías 20 años no molaba tanto. Creo que tiene que ver con decir: ‘Si yo no encajo en esto, en algún sitio tendré que encajar, en algún sitio que será muy lejos’. Yo creo que también los frikis creen mucho en todas estas cosas porque aquí no les va de puta madre”, explica. "El tema friki también me gustó mucho cuando lo vi en la peli Espíritu sagrado, de Chema García Ibarra, que es alguien que refleja el frikismo de una manera muy poco convencional. Porque mis personajes no son especialmente frikis. Adrián lo que quiere es comerse el frikismo y hacer pasta con él. Que poco explotado está el friki como elemento de consumo capitalista. Ahí voy a escribir yo también alguna vez una cosa, sí”.

Como en casi todas sus novelas, adentrarse en un libro de Esther García Llovet es alejarse del centro de la realidad. “Para enterarnos de la realidad, ya miramos el periódico, vemos la prensa, ya vemos hasta los realities en la tele”, defiende. “A mí me interesan los personajes que están al vuelo. Pero si en realidad hay mucha más gente así. Todo lo que se paga en negro, ¿qué es lo que no se paga en negro? En España todo está en negro. Entonces, este tipo de personajes que están muy al margen, que se buscan la vida, me genera mucho interés, porque no van a hacer nunca lo esperado. Adrián no tiene nada de friki, lo que pasa es que quiere dar un bonito pelotazo y ya está. Él sabe muy bien dónde se está metiendo, hasta que le sale muy rara la cosa. Pero precisamente es eso: tú te quieres aprovechar, pues vas a ver lo que te encuentras al final”.
Trilogía levantina
Los guapos es la segunda entrega de lo que García Llovet ha llamado Trilogía países del este, inspirada en el Levante. Antes vino Spanish Beauty, una inusual novela negra que transcurre en Benidorm. “Tenemos El Saler, que es salvaje, y Benidorm, que es una salvajada, pues todo está puesto sobre la mesa, es muy fácil. Me gustan los sitios que generan historias y que no nos damos cuenta. En Benidorm siempre damos por sentado que solamente van turistas, gente para pasar la borracha del fin de semana, y luego pasan cosas muy particulares, y en El Saler igual. A mí me apetecía mucho que pasara algo en el Saler mágico, sobrenatural. Me gusta mucho que el sitio hable por sí solo también”.
Escribir para pasarlo bien
Esther García Llovet escribe sin mapa, sin trazar un plano previo. “Yo no sé a dónde me van a llevar los libros”, asegura. “Y además me gusta mucho porque siempre tengo la sensación de que ya estaba hecho y que yo no tengo que hacer nada. Es un poco como un trabajo de arqueología, que tienes que ir quitando cosas, y de pronto: ‘Anda, había aquí dentro un tiranosaurio’. Es verdad que una vez que tengo escrita la primera versión, que estoy acabando la primera versión de una novela que me quedan dos días, ahí sí que me doy cuenta de que había cosas que aparecen al final que tengo que justificar más al principio. Una vez que está acabada, como ha sido todo tan a lo loco, pues tengo que meter cosmos en el caos”.
“A mí me divierte mucho escribir”, afirma. “Además, siempre que hago una novela digo: ‘Uf, ya está, ya no escribo más, ya he hecho todo lo que tenía que hacer, voy a estar un año y medio sin escribir’. Y luego estoy cinco días sin escribir y empiezo a ponerme muy nerviosa. A mí me gusta mucho, me resulta muy estimulante. Tengo la sensación de que me está contando cosas mías también, la novela. Y yo creo que el humor tiene que ver, porque para mí el humor en mi vida, no solamente en la literatura, es como parte del aire. Yo lo que no perdono es una persona naturalmente mala, y una persona naturalmente sin sentido del humor, y además son dos cosas que suelen ir juntas. Me gusta que la gente se ría, joder. Si hay cosas chungas por ahí, pues que nos riamos todos un poco”.
Libros sobrenaturales para disfrutar pasándolo mal
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Me parece una novela terrorífica. Además, es un terror que genera cada vez más mal rollo. Es un mal rollo tremendo que no te acabas de quitar la novela una vez que has acabado. O sea, además es una sensación física cuando estás leyendo.
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Es una novela fantástica que a mí me generó unas sensaciones muy raras, que además editorialmente es muy compleja. Tiene muchas, muchas, muchas capas, aparte de muchos, muchos, muchos libros. A mí me daba tanto miedo que la dejaba fuera de la habitación. Cuando la compré, estaba en Estados Unidos, la compré y la dejaba fuera de la habitación. Yo no quería tener eso dentro de mi casa. Y además tiene que ver mucho con estos sueños en los que sueñas que estás en una casa que es mucho más grande por dentro que por fuera.
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Cualquier libro de Marianna Enriquez me fascina. Nuestra parte de noche me pareció descomunal. Y además era como un animal que iba cambiando. Un animal muy grande que iba haciéndose cada vez más grande y más grande.
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Me está fascinando. Bueno, este tío se suicidó. Mal. Pero me gusta mucho, quizá yo no estoy muy de acuerdo con la diferencia entre raro y espeluznante. Él dice que lo raro es todo lo que está descolocado de sitio y lo espeluznante donde no hay nada. Yo creo que lo espeluznante también es algo que acaba siendo visual. Pero Mark Fisher me gusta mucho.