Las mejores novelas históricas sobre la II Guerra Mundial
Una mirada al gran horror del siglo XX a través de grandes escritores y escritoras.

Fue una de las mayores atrocidades de la historia reciente, un horror inimaginable que todavía sigue latente. Por eso mismo, la II Guerra Mundial es un periodo histórico que ha atraído a los escritores de ficción, deseosos de mostrar lo más oscuro del ser humano y también la esperanza en medio de la devastación. Novelas históricas que se adentran en el drama humano, por un lado, y otras que intentan arrojar algo de luz a los comportamientos individuales y colectivos, por otro. Más allá de las biografías y los ensayos sobre la época, nos fijamos en algunas de las mejores novelas históricas sobre la II Guerra Mundial.
Novelas históricas que se adentran en el nazismo
Intentar comprender qué llevó a millones de personas a participar o apoyar las acciones de la Alemania nazi es probablemente un objetivo imposible, pero que numerosos escritores y escritoras han abordado con una mezcla de horror y fascinación. La zona de interés, la novela de Martin Amis llevada recientemente al cine, nos muestra cómo la vida, con sus pasiones y desencantos, convive pared con pared con un campo de exterminio, en un contraste que conmociona al lector. De manera similar, Jonathan Littell pone en el centro de Las benévolas a un exoficial ficticio de las SS que, años más tarde, recuerda su participación en el Holocausto. Y en HHhH, Laurent Binet sigue el rastro de Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo y uno de los hombres más temidos del III Reich.



Novelas históricas sobre personajes en la II Guerra Mundial
Otros escritores y escritoras han buscado en la historia para encontrar personajes reales cuyas vidas se salían de lo común para inspirar sus funciones. Uno de ellos fue sin duda Ernst Hanfstaengl, retratado en Putzi. El confidente de Hitler. Pianista íntimo de Hitler durante su ascenso al poder y, más tarde, informador del gobierno de EE UU durante la guerra. En el caso de La postal, la novela de Anne Berest, se unen realidad, ficción e investigación a través de la historia de los bisabuelos de la autora.


El influjo de la II Guerra Mundial también ha dado pie a obras que no tratan sobre batallas o víctimas, sino sobre la vida en esos años. Un ejemplo es El tambor de hojalata, del Nobel Günter Grass, un niño que decide dejar de crecer a los tres años y que ofrece un testimonio de esa época antes de ser internado en un psiquiátrico. Desde el otro lado, en Expiación, una de las novelas más celebradas de Ian McEwan, se abordan las tensiones sociales, pero sobre todo familiares, en los años previos y durante la guerra.

