Novelas negras para recordar a Domingo Villar

Ayer recibimos una de esas noticias que estremecen: Domingo Villar, el escritor que revitalizó la novela negra en español, falleció a causa de un infarto cerebral. Un autor querido por el público que hizo de la costa de su tierra, Galicia, el escenario del noir. Hoy le recordamos a través de una serie de obras que mantienen vivo su espíritu.
Hablar de Domingo Villar es hablar de Leo Caldas, su peculiar policía con el que teñía sus obras de una personalidad diferente a la de otros autores de novela negra contemporánea. Ojos de agua fue su debut, y el comienzo de una saga que ha hecho de la costa y la lluvia un escenario ya icónico del género.

Por primera vez alguien a quien aprecio hizo algo destacable: Un libro. No sería justo que hablara de los libros que me han marcado y no incluyera el de un amigo esperando a que me invite a comer
Pero si hablamos de novela negra en castellano, hay unos referentes históricos que preceden a Villar y a Caldas. Así lo reconocía en sus recomendaciones para Librotea Domingo Villar, entre las que incluía el propio autor gallego Los pájaros de Bangkok, una de las obras cumbre de Manuel Vázquez Montalbán y su Pepe Carvalho.

Entre los autores reverenciados por Villar, hay un espacio particular para Georges Simenon. De su El perro canelo nos dijo que era una “obra maestra”.

Maigret es el sillón favorito de tu casa en un día de lluvia. Listo pero compasivo, él descubre la verdad pero puede llegar a condenar el crimen pero perdonar al criminal.
Otro autor clásico que influyó a Domingo Villar, en especial por llevar el género a otras latitudes, fue Andrea Camilleri. El perro de terracota es una de las obras que destacó por su carácter “valiente, agudo y socarrón”.

El maestro Camilleri es valiente, agudo y socarrón. Escribe sin complejos, sin impostura, con una naturalidad que hace que abrir un libro suyo sea una excursión a Sicilia y una fiesta.
Dentro de las elecciones de Villar, también hubo espacio a Plenilunio, la incursión de Antonio Muñoz Molina. “Cada vez que entro en un mercado me llevo las manos a la nariz, como uno de los protagonistas de esta historia”, nos contó.

Un policía veterano regresa desde el País Vasco a la ciudad del sur en la que nació trayendo consigo varias heridas sin cicatrizar. Cada vez que entro en un mercado me llevo las manos a la nariz, como uno de los protagonistas de esta historia.
Este recorrido por la novela negra del sur de Europa se completa con Lorenzo Silva. De La niebla y la doncella nos dijo: “Toda la serie protagonizada por los guardias civiles Bevilaqua y Chamorro es excelente, pero esta es mi favorita”.

Otro escritor haciendo fácil lo difícil. Los personajes cambian, el país tampoco.