Reyes caídos: los mejores libros sobre la monarquía
La monarquía es, bien lo sabemos, una institución en entredicho. La figura del rey (o la reina), antaño reverenciada, ahora es vista por muchos como algo atávico. La literatura, por supuesto, también ha mostrado sus luces y sus sombras a lo largo de la historia. Hoy repasamos algunos de los mejores libros que analizan la figura debajo de la corona.
Los clásicos nos mostraron que los reyes, por mucho poder que atesoren, siguen siendo humanos. Sófocles, en Edipo rey, también que el destino es terco y difícil de evitar. William Shakespeare también utilizó la figura del monarca, como en El rey Lear, para mostrar ese carácter humano que no es ajeno a la desgracia y las relaciones entre padres e hijos, imperfectas y complejas.
La tragedia de Sófocles, evocada por Freud, que dio nombre a un complejo psicológico y convirtió a Edipo en epónimo.
La excitación que produce siempre Shakespeare se debe a un prodigioso don verbívoro. Todo es importante, sean cual sean las bocas que se disponen a hablar, porque las palabras todavía quieren decir. Y nosotros, oirlas.
La figura del rey se ha mezclado a menudo con la epopeya, ensalzando el papel heroíco y noble de algunas figuras míticas. La tradición artúrica, que John Steinbeck recuperó en Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros, es prueba de ello. Otros autores, como Alejandro Dumas, utilizaron estas figuras para desarrollar tramas de aventuras e intrigas palaciegas, como las de La reina Margot. También ha sido un campo fecundo para las narraciones fantásticas, o que mezclan el mundo real con la imaginación, como Ana María Matute en su Olvidado rey Gudú.
Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros (edici¢n 60 aniversario)
John Steinbeck
Editora y Distribuidora Hispano Americana, S.A.
Lorenzo Silva: Hay quien cree que esto es un cuento para niños. En realidad, es una alegoría descarnada sobre cómo la codicia y la violencia son los motores primeros de la Historia y cómo sólo el amor y la piedad atenúan —siempre demasiado poco—sus estragos. Como Juego de Tronos, pero mucho mejor: para adultos y con alma.
Pero la monarquía también ha sido un tema del que los autores se han servido para reflejar una época, mostrando al mismo tiempo las debilidades o el carácter más prosaico y menos heroíco de los reyes. Un ejemplo es Crónica del rey pasmado, de Gonzalo Torrente Ballester. Otras veces, por último, la literatura ha reflejado el carácter despótico y cruel de aquellos que han heredado el trono, como en el relato sobre Enrique VIII que Hilary Mantel teje en su imprescindible En la corte del lobo.