Ricos y odiosos: los mejores personajes pijos de la literatura
Un repaso a personajes que viven del lado de la opulencia.

¿Qué significa exactamente ser pijo? ¿Implica solo tener dinero o algo más?¿Son todos los pijos iguales, o cambian con la procedencia y las generaciones? Esta y otras preguntas es la que se hace la periodista Raquel Peláez en Quiero y no puedo, una historia sobre el pijo español en todas sus variantes. Una figura, la de la persona adinerada, que la literatura ha explorado desde muy diversos ángulos, desde la fascinación hasta la caricatura. Hacemos un breve repaso por páginas de opulencia y seleccionamos los mejores personajes pijos de la literatura.
Pijos glamurosos y decadentes
El pijo, tal y como lo conocemos hoy en día, es descendiente directo del noble, esa clase social que ha estado siempre ligada al poder y a la ociosidad. De la decadencia de ese estrato nos habla El gatopardo, de Lampedusa, a través de Don Fabrizio, el patriarca de una de las familias más poderosas de Sicilia que ve con amargura cómo los tiempos están a punto de cambiar. Otro tipo de pijos llega ya con el siglo XX, y es el que está vinculado al éxito empresarial. Su versión más glamurosa y atrayente la reflejó Francis Scott Fitzgerald con El gran Gatsby, inolvidable creación de exceso y tragedia.


Pijos con humor
La literatura inglesa, siempre dispuesta a adentrarse en la vida de la alta sociedad, está repleta de personajes refinados y novelas que nos relatan sus amores y desamores, un género explotado por la ficción audiovisual recientemente. Sin embargo, también hay mucho humor relacionado con las clases más pudientes. En La hija de Robert Poste, Stella Gibbons nos presenta a una joven de familia bien que, muertos su padres, cae en desgracia y tiene que ir a vivir con unos parientes menos acomodados en un entorno rural, en una obra maestra del humor británico. También lo es Jeeves, ese mayordomo creado por P. G. Wodehouse que debe atender las peticiones y arreglar los entuertos de su señor, Bertie Wooster, en una serie de novelas que ironizan con la burguesía británica y su falta de conocimiento del mundo. Más cercanos a nosotros son los personajes de El corazón de la fiesta, en la que Gonzalo Torné nos habla de la burguesía catalana, sus relaciones con el poder, y también de sus ovejas negras dispuestas a dilapidar todo el dinero familiar.



Pijos odiosos
Los pijos en la literatura también pueden ser, por último, la personificación de muchos de nuestros males. El autor que quizás llevó este punto a su extremo es Bret Easton Ellis, que en American Psycho creó a un Patrick Bateman que ha quedado en el imaginario popular como el pijo deshumanizado supremo, capaz de matar por diversión mientras vive en un mundo rodeado de apariencias. En España no hemos llegado a tener pijos asesinos en serie, pero sí algunos tan odiosos como el señorito Iván de Los santos inocentes, el libro de Miguel Delibes que nos muestra el exceso de poder y la desigualdad de la España rural de mediados del siglo pasado.

