Fermín Bocos

Lo que opina Fermín Bocos
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Decía Julio Cortázar que los libros acaban siendo el único lugar de la casa para estar tranquilo. Nunca fue más cierto en estos días de encierro obligado para combatir el coronavirus. Estoy leyendo –y lo recomiendo – los Dietarios de Madrid, de Josep Pla, editado por Destino. Son dos ensayos que fueron publicados hace años y ahora aparecen juntos en solo un tomo. El primero - "Madrid 1921”- es un dietario en el que Pla describe sus primeros y escépticos pasos en el mundo del periodismo de la Barcelona de la época. Después consigna su llegada a Madrid. Tenía 23 años y describe con acerada ironía sus impresiones sobre la vida de la gran ciudad que empezaba a ser la capital. El segundo, “El advenimiento de la República”, es un testimonio directo imprescindible de aquéllos días convulsos que cambiaron la Historia de España. Unamuno en Salamanca. Los cafés literarios, Baroja, Valle Inclán, Ramón Gómez de la Serna, Ortega y Gasset, El Prado, la política, Cambó, Azaña, Lerroux, etc. David Trueba advierte en el prólogo que es un ejercicio de alto riesgo tratar de leer a Pla con la cabeza puesta en nuestro tiempo. Pla detestaba la política de “popularidad” que es como él llamaba a lo que hoy llamamos el populismo. La recomendación de Trueba es pertinente, pero sabida la tenacidad con la que la Historia tiende a repetirse, la verdad es que resulta inevitable.