Batman núm. 35

El Caballero Oscuro redobló sus esfuerzos para investigar el robo de un cargamento de armas propiedad del Departamento de Policía. Suceso que, sumado a la presencia en las calles de la droga denominada Ícaro, determinó un clima de tensión entre las diferentes bandas criminales de Gotham. En ese contexto, Batman recurrió a su identidad de “Cerillas” Malone para moverse por los bajos fondos de la ciudad; no solo con vistas a localizar el cargamento perdido, sino también con la intención de tomar represalias contra el matón Julian Day por los daños infligidos a una víctima indefensa.