Memoria de un fotógrafo

Este libro de Kiki (Cádiz, 1957) contiene la mejor selección de 50 años de fotografías de Cádiz o lo que es lo mismo: una vida entera entregada al oficio de fotógrafo. Ninguna de estas fotos está escogida al azar. Todas han sido elegidas minuciosamente de entre miles de propuestas descartadas, bien por su naturaleza estética o por la importancia del acontecimiento que en su día retrató. El resultado es una bella colección de imágenes. Cinco décadas de su trabajo, condensadas en una esmerada edición. Destaca la calidad de las reproducciones, a partir de los viejos negativos de carrete, el tratamiento de la imagen y la calidad del papel. Un recuerdo indispensable para tu biblioteca personal. Sus fotografías presentan todas un marcado carácter fedatario de las vicisitudes de la ciudad gaditana, ya que prosperidad y adversidad se alternaron ante su objetivo. El bienestar y la felicidad, sí, pero también la desdicha y el infortunio. Posee también su autor –por añadidura– la difícil cualidad del buen retratista, capaz de captar el alma de las personas mediante un retrato que, por expresivo, casi no necesita pie de foto; acaso para datar el año de su disparo. Su mirada, entre curiosa y vocacional, de aquel joven que fue en los 70, ha sabido hacer de la fotografía, no ya su modus vivendi, sino de convertirse en un Maestro (con mayúscula, sí) y de firmar las fotos más relevantes de varias generaciones de gaditanos del último medio siglo.