Ven cuando llegue la noche

Si cogiésemos cada uno de estos treinta y un poemas, y uniésemos cada uno de sus versos, estaríamos ante el análisis de un texto enhebrado por cada uno de ellos. Y este análisis, al mismo tiempo, estaría conduciéndonos a una reflexión o estudio del ser humano, del que cada uno de nosotros particularmente, podríamos sentirnos parte. Diría que estamos ante un sencillo ensayo filosófico sobre la vida que nos toca vivir. Y de este estudio, de estas vivencias, inquietudes, gozos, miedos, dolor, tentaciones, desvelos, riesgos, experiencias, resultados, éxitos y fracasos, en nuestra propia existencia, nos nutrimos todos y, a la vez, aprendemos a controlar errores, levantarnos cuando tropezamos y caemos, a poner bálsamo al corazón cuando sufre, llora y no lo ve nadie, o cuando se aísla y la soledad no es lo que buscaba, o cuando vuelve a encontrar en su camino, ese amor que se muere, despierta, o recupera. Manuel Espejo ha escogido un poema para cada día del mes, sin que nos importe el orden, ni aquel pensamiento que nos encaja. Un poema al azar para meternos dentro del corazón del poeta y sentir que somos parte de algo tan bello y a la vez doloroso, de un tiempo al que llamamos vivir y, ese riesgo merece la pena experimentarlo. Lourdes Tamajón Flores