10 libros para triunfar en la literatura, por Eva Baltasar

Permafrost es, según la RAE, la “capa del suelo permanentemente congelada en las regiones polares”. Permafrost es también el título de la primera novela de Eva Baltasar, el permafrost cubre a la protagonista de este relato de poco más de ciento treinta páginas en el que la escritora disecciona cuestiones como la homosexualidad, el suicidio, la pérdida, o las relaciones familiares. Una novela publicada primero en catalán, ganadora del Premio Llibreters, y que ahora llega en su versión en castellano. Baltasar ha pulido cada palabra, ha cincelado cada frase para parir una obra de fuerte carga lírica en la que rezuma su condición de poeta. Una historia tragicómica que bebe de un puñado de lecturas que la escritora recopila hoy para Librotea. Antes realiza una confesión: “no tengo la mayoría de los libros en casa. En cuanto termino de leerlos los regalo o los cedo a la biblioteca de mi pueblo”. La plaça del diamant, de Mercè Rodoreda, es el libro al que siempre vuelve Eva Baltasar: “Leer a Rodoreda es no poder evitar prenderte a las palabras, sentirte un virus que las invade y se arrastra y se multiplica y se rabea en todas y cada una de ellas, en cada imagen, en cada frase, en cada construcción”.  Otro libro que la escritora tiene siempre cerca es No hi ha treva per a les fúries, de Ronald Stuart Thomas, porque “es de los pocos poetas que conozco capaces de levantar con sus palabras mi fe en la poesía”. Las aventuras de Sherlock Holmes, las leyó por primera vez a los trece años, pero sigue regresando a sus páginas, jugando a sentirse Watson. En esta estantería también están incluidos Walden, de Henry David Thoreau, y Frankie Adams, de Carson McCullers. Comparten espacio con otros títulos como El mal de Portnoy, de Philip Roth, o Ariel, de Sylvia Plath. Baltasar también apuesta por El festín de Babette, de Isak Dinesen, porque asegura que al leerlo “hay algo que se te mete dentro: el clima”. Y por El dolor, novela de Marguerite Duras: “da igual lo que leas de ella, te obliga a enamorarte. Harías cosas con sus frases, como metértelas bien adentro, pudrirte hasta demostrar que las suyas son un hueso blanquísimo, incorruptible, pensado para durar”.