10 novelas sobre el erotismo que subirán aún más la temperatura

De los despertares sexuales y experimentación en
Las edades de Lulúde Almudena Grandes a las descripciones de los juegos eróticos de un matrimonio japonés en
La llave de Tanizakipasando por la fogosidad de Vadinho el primer marido de Doña Flor, el erotismo es uno de los temas más recurrentes de la literatura, todas las grandes novelas guardan algún momento erótico entre sus páginas. Sin importar la edad, como la protagonista de
El intenso calor de la lunade Gioconda Belli, una mujer entrada en la madurez que encuentra fortuitamente una nueva pasión. Algunas de estas novelas en su momento fueron censuradas por lo explícito de sus escenas sexuales; como
El Amante de Lady Chaterleyde D. H. Lawrence que fue publicada en Florencia en 1928 y en 1960 en Reino Unido. También en ese mismo año de 1928 en Francia, George Bataille tuvo que publicar su
Historia del Ojobajo seudónimo, una novela de transgresión, de travesuras juveniles llevadas al extremo que tanto adoraban los surrealistas. Patricia Highsmith tuvo que hacerlo bajo el nombre de Claire Morgan para que su novela
Carol, -que se editó con el nombre
El precio de la sal- viese la luz la Norteamérica de los 50. Como Highsmith, otros autores no necesitan ser tan explícitos para crear una atmósfera sensual. Marguerite Duras en
El amantedescribe una relación en la Indochina colonial entre una joven de 14 años – ella misma- y un rico heredero chino de 26 sin tener que recurrir a la descripción detallada de escenas sexuales. Algo similar a lo que sucede con
Las vírgenes suicidasde Eugenides y con
El lectorde Schlink, una poderosa capa de deseo y erotismo recubre permanentemente su lectura, un
leimotivpresente también en los relatos de Andre Dubus bajo sugerente título
Adulterio.
10 novelas sobre el erotismo que subirán aún más la temperatura
-
La frustración sexual se convierte en motor de una ruptura emocional y social. Historia del renacimiento de una dama de la sutil Inglaterra victoriana bajo el efecto embriagador de la naturaleza y del paisaje. Una novela llena de belleza sobre la libertad más íntima.
-
-
Porque es el último que leí de Highsmith, y con él me hice mayor y me reconocí sentimentalmente inmaduro, definitivamente inmaduro.
-
[Lo recomiendo] por la tristeza que esconde la promesa del amor en un fraseo contenido.
-
-
-
La leí a eso de los catorce años, editada como parte de una colección de novelas que se vendían, por cientos, en los puestos de periódicos. Me impresionó, claro, porque era sexualmente más radical que nada que hubiera leído entonces. Me dejó la costumbre de hacer la señal de cuernos con la mano frente a los estadios de los equipos enemigos de los míos, como hace un personaje ante el Bernabeu (en Madrid hice lo mismo ante el mismo estadio).
-
- Ver más contenido