12 novelas negras que no te puedes perder este otoño
Una selección de títulos criminales para el cambio de estación

12 novelas negras que no te puedes perder este otoño
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Hagamos algo juntos, tú y yo.Escuchemos música. Mina. Il cielo in una stanza. Suena la orquesta de fondo, y empezamos a leer La novia gitana, de la misteriosa Carmen Mola.“Cuando estás aquí conmigo,esta habitación ya no tiene paredes,sino árboles, infinitos árboles” Suenan de fondo las palabras con las que comienza un libro de estructura perfecta. Y no creo, sinceramente, que la elección de Mina sea algo casual en este libro. Mina y su música guían la trama… Mina, que huyó de medios, que se cansó de fotos, que renegó de su fama, Me que buscó la paz. Carmen Mola, que escribe bajo seudónimo, que no busca fama, que se aísla de lo que rodea al éxito, como Mina…Y yo, que detesto el termino devoralibros, me encuentro con que devoro el libro. Ritmo, ritmo, ritmo. Mola domina el ritmo. Crea una novela de ritmo ágil que no decae en ningún momento.Avanza la trama, acelera el ritmo, siempre sin dejar sin respiración al lector, que son malos los defectos, pero también los excesos. Segundo acierto. Y aquí me viene la duda, que casi acaba convertida en certeza a medida que avanzo en la lectura, ¿Es su primera novela? Podría ser. Alguna opera prima soberbia hemos leído, pero no es habitual. Sinceramente no lo creo. La novia gitana es una novela que avanza segura sin necesidad de florituras. Engancha al lector. Es honesta, sin trampas. Conciencia sin que se note.La novia gitana te acerca, a raíz de la muerte de Susana, mitad paya, mitad gitana, a un mundo gitano más moderno que el que conocemos. Más abierto. Más acorde con lo que nuestra sociedad considera correcto. Y no recurre Carmen para hacerlo a tirar de tópicos o a una crítica sangrienta. NO, Carmen simplemente narra un mundo que conoce bien, con sus rencillas y sus apoyos incondicionales a la familia.Pero nos sumerge también en otros mundos... La cárcel, ¿culpables o inocentes sus presos?, el terrible efecto del alzhéimer, el sufrimiento de los cuidadores, el horror que se esconde bajo la Deep Web...Me sorprende de esta autora que sea capaz de contar la dureza sin hacer saña. Los crímenes de Mola son brutales, enloquecen... Son esos crímenes que hacen que yo, Rita Piedrafita, abandone un libro con un ¿Era necesario? Pero Mola no solo no me hace cerrar el libro sino que consigue que siga leyendo. Mola es sutil en su escritura. NO es atroz, pese a que lo cuenta si lo es. Y de eso de trata, de seguir leyendo…
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Sólo he leído una de sus novelas, El cuarto mono, pero sé que ha salido otra, La quinta víctima, y estoy deseando empezar con ella. Novela negra con toques de terror y sobrenaturales de esas que es imposible dejar.
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