Best sellers que se han convertido en libros clásicos
Muy a menudo, en literatura se recela del éxito comercial. Si un libro vende mucho, piensan algunos, es que no es gran literatura. Es cierto que, con bastante frecuencia, hay títulos que copan las listas de ventas que están pensados para alcanzar a un público muy amplio. Pero no lo es menos que hay muchas grandes obras que también han conseguido vender cientos de miles de copias. Hablamos de los best sellers que son también libros clásicos.
Libros clásicos que se convirtieron en cultura popular
Hay muchos ejemplos de libros que calaron entre el público, desde El Quijote a las obras de Shakespeare. Pero fue en el siglo XIX cuando algunas obras alcanzaron una mayor popularidad. Charles Dickens fue uno de esos autores que hoy reconocemos como clásicos y que en su día fueron tremendamente populares. Su Historia de dos ciudades se publicó por primera vez por entregas que superaban los 100.000 ejemplares.
[En 'Berta Isla'] me he permitido alterar, y presentar como suyas, un par de citas del Dickens de 'Historia de dos ciudades'. Una osadía, pero bueno.
Ya en el siglo XX, encontramos otros libros que lograron ganar al público y que son ahora títulos incontestables. Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, ganó el Pulitzer y sigue siendo una obra que se reedita en todo el mundo. A pesar de su tono existencial, La peste, de Albert Camus, fue un fenómeno de ventas, e incluso vivió un segundo éxito comercial durante la pandemia. También la capacidad para diseccionar el totalitarismo de George Orwell en 1984 alumbró otro clásico que sigue vendiendo ejemplares cada año.
En la exposición Pasa página, hay espacio para la recomendación de libros a los más pequeños, que se están formando como lectores. Yo he recomendado mucho a mis hijos este libro que me produjo un enorme impacto. Una sola novela de carácter autobiográfico le bastó a Harper Lee para entrar y quedarse entre lo mejor de la literatura estadounidense del siglo pasado
La peste la leí hace pocos años y me quedé deslumbrada por Albert Camus. Sólo había leído el extranjero y me fascinó esa parábola que hace del ser humano en una situación tan límite como es una ciudad cercada por una epidemia de peste. Cómo empieza narrando las circunstancias de una manera más aséptica y anónima de todos los personajes que caen en esta peste y cómo poco a poco se va centrando en seres humanos concretos y va logrando tu empatía. Llegué a la emoción gracias a la maestría narrativa de Camus
Una inquietante obra maestra bajo la supervisión del Gran Hermano.
Best sellers alabados por la crítica
Más recientemente, nos encontramos cada cierto tiempo con libros que se ganan el favor de la crítica y el público casi por igual. Obras como El perfume, Patrick Süskind, o El nombre de la rosa, de Umberto Eco, fueron enormes fenómenos editoriales en la década de los 80. También, por otras razones, una obra como El guardián entre el centeno se convirtió en título de culto, y uno de esos libros que acumulan reimpresiones con el paso de las décadas.
Francia en el S XVIII, no hay época más dura, áspera, cruel y la vez bella, tan bella. Jean-Baptiste Grenouelle era Ted Bundy antes de que existiese Ted Bundy.
Lo leí en un momento de ingentes lecturas en el que las imágenes las servía mi imaginación.
Del aprendizaje de la vida y la soledad.
En las últimas décadas hemos asistido al gran poder de atracción de distintos géneros. Uno de ellos es la novela histórica, que ha conseguido crear una legión de fieles lectores. Con Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar logró uno de esos casos en los que una obra es alta literatura y fenómeno de ventas. En un plano más popular, Los pilares de la Tierra, de Ken Follett, consiguió ser uno de los libros más vendidos de todos los tiempos con un relato sobre la Edad Media.
Memorias de Adriano (gl) (bolsillo)
Marguerite Yourcenar
Editora y Distribuidora Hispano Americana, S.A.
No es habitual que los políticos compartan sus pasiones lectoras. Felipe González dijo en una entrevista de aquellos años que estaba leyendo esta novela histórica sobre el emperador romano y contribuyó a que tuviera muchos más lectores.
¿Hace falta decir el por qué? Recuerdo que tenía emoción y ritmo a partes iguales.