Bob Pop y los libros recientes que fascinan y emocionan

Hace ya tiempo que Bob Pop comenzó un work in progress en forma de diarios que son una pequeña ventana desde la que conocer el mundo de un creador inquieto que pasa de la televisión al teatro, la radio o la novela. En Días simétricos, asistimos de nuevo a un diario que se expande desde lo personal a lo colectivo, de lo íntimo a lo social, y de la literatura de otros a la propia. Con él hablamos de diarios, de cómo concibe la escritura y nos habla de libros recientes que fascinan y emocionan.
Video: entrevista con Bob Pop
“Aunque mucha gente me conoce por la tele o por la radio, siempre es bonito que vean que soy muchas más cosas”, explica Bob Pop sobre la acogida de Días simétricos. “Estoy muy contento con toda la atención que recibo, porque es un poco como el proceso final de la escritura. Hasta que no llega a las lectoras, a los lectores, no siento que haya terminado de escribir. Para mí este es el momento de cerrar el libro definitivamente”.

Como en los distintos volúmenes de Días ajenos, en su nueva obra parte a menudo de referencias culturales para desarrollar reflexiones, sensaciones y explicar vivencias. “Me parecería muy falso no hablar de todo lo que me conforma”, confiesa. “En mi caso, mucho de lo que me construye son los libros, con lo cual siempre acaban apareciendo, porque también forman parte de mi vida. Yo siempre digo que lo que vivimos es muy poco para podernos permitir contar algo, con lo cual tenemos que incorporar libros, películas, series de televisión, conversaciones... Eso al final es lo que conforma la historia”.
Ese formato, el del diario que se expande, es ya una marca de la casa. “Me parece una forma estupenda de plantear cosas”, afirma. “Me cuesta mucho trabajar la imaginación para lo literario, porque me parece que me estoy perdiendo la forma directa de contar las cosas, que para mí es muy importante. Valoro muchísimo la ficción en los demás, pero a mí me gusta más trabajar con ideas, con planteamientos... Incluso con propuestas: una obra de teatro, una serie de televisión, un programa de radio… Sobre todo, convertirlo en algo muchísimo más colectivo. A mí me gusta mucho el diario por que al final se convierte en una obra colectiva, en un collage donde también intervienen los lectores. Me parece que es un formato que me representa”.
Otros diarios hacen aparición en Días simétricos, en especial de autores fetiche. “Me atrae la falta de pretensión de los diarios. Esa sensación de presente continuo, de estar creando mientras no creas. Eso es algo que me encanta de los diarios, por ejemplo los de Kafka o los de Sontag, que parecen como apuntes al aire. Funcionan simplemente como anotaciones o bocetos de algo que en el fondo es mucho más interesante, pero que no tiene una forma determinada. Plantea un montón de preguntas, interacción, diálogo. A mí es lo que más me interesa cuando hago algo, desde un tweet hasta un libro, no cerrar la conversación”.
Bob Pop y los libros recientes que fascinan y emocionan
Bob Pop y los libros recientes que fascinan y emocionan
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Construye Marta Carnicero un relato a dos tiempos que habla sobre el amor y las distancias, sobre cómo hay alejamientos inexorables. Por un lado están Marcel y Júlia, pareja consolidada que acaba de adoptar a la pequeña Naima, una hija deseada que asiste al desmembramiento de la relación de sus padres, que en el viaje pierde a su padre. Del otro lado está la Naima adulta, contando su propia forma de enfrentar su vida familiar y sentimental, mostrando cómo cada decisión pasada determina nuestro futuro. Escribe Marta Carnicero que “lo que somos depende más de lo que parece del compañero de viaje que nos hemos buscado”.
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Luego, en la segunda novela, Coníferas, trabaja sobre casi un planteamiento de ciencia ficción sobre la necesidad de olvidar, de tener espacios para el recuerdo, la inteligencia artificial. Y la tercera, Matrioskas, es una brutal reflexión sobre el desarraigo, la memoria de la violencia en la familia. Me parece que de unir esas tres piezas construye una obra enorme.
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Me parece que sigue la línea de escribir en plural, de escribir para que sea un lugar que nos acoja. Además, me interesa muchísimo esta reflexión sobre la autoayuda como un elemento nocivo del liberalismo individualista. Está muy bien construido y muy bien documentado.
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