Cinco novelas negras recientes que son también novelas históricas
Una selección de crímenes que viajan en el tiempo.

En el cada vez más poblado universo de la novela negra, los autores y las autoras buscan una manera de distinguirse, una marca autoral que haga que sus historias no se parezcan a las de otros detectives o policías en busca de un asesino cruento. En esa búsqueda, algunos y algunas han decidido mezclar el género criminal con el histórico, recreando tiempos pasados como escenario de sus tramas, y buscando atraer también a los lectores y lectoras amantes de la novela histórica. Hoy nos fijamos en algunas novelas negras recientes que viajan en el tiempo.
Detectives históricos reales y ficticios
¿Podría ser la beata sor Ana de Jesús una buena investigadora? ¿Y si se une a Juan de la Cruz? Eso es lo que nos propone Susana Martín Gijón en La capitana, su segunda incursión en el pasado. En esta ocasión, en la Granada de 1585, ahora en decadencia tras la expulsión de los moriscos. Un viaje al pasado a través de la investigación de un crimen sucedido en un convento.

El Londres victoriano es el escenario elegido por Mark Frost, cocreador de la serie Twin Peaks, para situar la acción de La Lista de los siete. En esta ocasión, su protagonista es nada menos que Arthur Conan Doyle, antes de convertirse en el creador de Sherlock Holmes. Mezclando novela de detectives, terror y relato gótico, Frost enfrenta a Doyle a misterios que van más allá de lo humano.

Misterios en el siglo XX
Seguimos con personajes reales convertidos en detectives, esta vez con otro escritor, Pío Baroja. En Los crímenes del Retiro, Pedro Herasti convierte al autor de El árbol de la ciencia en el acompañante de un policía en la investigación de la muerte de una joven, todo ello con el Madrid de 1900 y sus bajos fondos como escenario.

Unas décadas más tarde, a los años 40 del pasado siglo, nos lleva James Kestrel con Cinco meses de invierno, una novela ambientada en el Hawaii inmediatamente anterior a Peral Harbour y la entrada de EE UU en la II Guerra Mundial, con la investigación del asesinato del sobrino de un almirante de la marina y su novia, de origen japonés. Por último, en El espía, Jorge Díaz (una de las tres patas de Carmen Mola) se centra en la España de los años 50, con un joven policía que trata de averiguar quién ha asesinado a un enigmático hombre en una playa de Almería.

