El desamor y sus destrozos en 11 libros, por Isaac Rosa
Algunos títulos que influyeron su última novela, 'Feliz final'.

Feliz final es la última novela de Isaac Rosa. El escritor construye un relato que va del final hacia el inicio, un radiografía del alejamiento imparable de una pareja, una deconstrucción del amor. Un libro que habla de cómo las relaciones se rompen, de cómo influye la situación socioeconómica, de cómo uno se cansa de remar a contracorriente y se deja ir. Hoy Isaac Rosa recopila para Librotea “algunos títulos que tuve sobre la mesa mientras escribía Feliz final. Ensayos y novelas para pensar y repensar el amor, pero también para soportar el desamor y reparar sus destrozos”.Por qué duele el amor es una pregunta que se hacen millones de personas cada día en todo el mundo, a ella intenta responder Eva Illouz en un libro titulado precisamente así. Dice Isaac Rosa que la autora pone de manifiesto que “el sufrimiento amoroso tiene mucho que ver con el orden social en que vivimos”. Libro del que bebió el escritor mientras escribía Feliz final, también de La mercantilización de la vida íntima, de Arlie Russel Hochschild, título que aborda cómo el capitalismo se ha colado en nuestras casas y “extiende el malestar social a parejas y familias”. Obsesión que también atraviesa la nueva novela de Rosa. Tal vez Feliz final no existiera si Marta Sanz no hubiera escrito años antes Amor fou, obra en la que la novelista navega por las aguas del resentimiento para construir una defensa del buen amor. Otros títulos que de alguna manera están presentes en la novela de Isaac Rosa son Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes, o Leer con niños, de Santiago Alba Rico. También Ya no es como antes. Elogio del perdón en la vida amorosa, de Massimo Recalcati. Asegura Rosa que aporta “Alivio y lucidez para quienes sufren el catastrófico dolor de una traición o un rechazo amoroso. Y una apasionada defensa del amor como absoluto”.
El desamor y sus destrozos en 11 libros, por Isaac Rosa
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¿Sufres por amor? No eres tú, o no solo eres tú: el sufrimiento amoroso tiene mucho que ver con el orden social en que vivimos. Otra forma de alivio.
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No se confundan con el título, este hermoso ensayo no va (solo) de leer con niños, sino de cómo vivimos. Y para querernos mejor hay que vivir mejor.
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Una de nuestras mejores novelistas mete las manos en el fango del amor resentido, para levantar una necesaria defensa del “buen amor”.
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Cuando acaba el amor se convierte en relato obsesivo, la necesidad de volver a contar la pasión cuando ya solo quedan palabras.
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Amores triangulares, amantes a la intemperie en busca de un refugio, una precisa muestra del desconcierto amoroso de los setenta que parece escrito hoy mismo.
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El derrumbe que sigue a toda separación, en un recuento obsesivo y exhaustivo de culpas y rencores para volver a levantarte.
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Los celos pueden ser devastadores, y Grossman consigue que los sienta hasta el desconcertado lector.
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Contra cualquier tentación de sentimentalismo. El matrimonio como agujero negro donde asfixiar el amor, y el deseo como decepción interminable.
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