EL RECOMENDADOR DE LIBROS

Logo El Diario
Logo Librotea
Estantería

Elvira Navarro: cuentos que conectan con el subconsciente y libros recomendados

La autora presenta 'La sangre está cayendo al patio', su nuevo libro de relatos.

Elvira Navarro (foto: Librotea)
Elvira Navarro (foto: Librotea)
Guillermo Arenas España /

En La sangre está cayendo al patio, el nuevo libro de relatos de Elvira Navarro, hay personajes comunes, incluso anodinos, cuyas vidas toman un giro inesperado sin que se sepa muy bien cómo ni por qué. Puede que una lavadora comience a sangrar, o que una casa a medio terminar se vaya apoderando de ellos, o que empiecen a tener alucinaciones acústicas. La extrañeza entra entonces en unas vidas hasta entonces vacías para cambiarlo todo, y mostrar rincones de su mente que ni siquiera sospechaban que existían. El regreso de Navarro al relato después de la novela Las voces de Adriana es intenso y misterioso, casi tanto como el propio origen de sus cuentos. Hablamos con ella y nos recomienda otros grandes libros de relatos y “novelas-chuletones”.

Video: entrevista y libros recomendados de Elvira Navarro

Elvira Navarro: entrevista y libros recomendados
Elvira Navarro


Explica Elvira Navarro que la escritura de un cuento es un proceso mucho más cercano al subconsciente que el de una novela. “Creo que un relato excesivamente consciente es un relato que no funciona, porque tiene que tener un elemento enigmático, misterioso, oculto, incluso para quien lo está escribiendo”, cuenta. “Un texto corto es un concentrado de sentido donde, muchas veces, tampoco está demasiado claro el sentido para quien lo escribe. Para que funcione, también tiene que haber una tensión para quien escribe, porque tú misma vas a la caza de algo que no sabes muy bien qué es y que funciona como una metáfora. A veces, después de haber escrito un relato, tampoco tengo muy claro exactamente qué sentido he intentado darle. No está en tus manos; el sentido muchas veces está en las manos del lector, que lo va a leer en su propio contexto y con sus propias referencias”.

La sangre está cayendo al patio

La sangre está cayendo al patio

Elvira Navarro
Random House


El proceso de escritura de estos nueve cuentos fue para ella un proceso casi febril. “La novela puedes rumiarla durante años; sin embargo, el relato es como una mariposa que pasa y tienes que sacar el cazamariposas para atraparlo. Con muchos de estos relatos he tenido esa impresión: tenía que cazarlos. Se me ocurría la idea y me encerraba a escribir. Muchos son escrituras muy febriles, porque la idea me atrapaba y podía estar escribiendo todo el día hasta las cinco de la mañana, hasta que conseguía acabarlo. En este caso, he tenido la impresión de que a veces parece que el texto habla a través de ti”.

Realidad y extrañeza

Quien haya seguido la obra de Elvira Navarro sabe que sus personajes son personas corrientes, a menudo asediados por la precariedad. También, que su obra se sumerge en la mente de estos personajes, en sus miedos y sus traumas. “Soy muy Hemingway para escribir, en el sentido de que creo que todo lo que escribes debe ser algo que conozcas y hayas experimentado; si no, corres el peligro de irte a los lugares comunes o, cuando desconoces algo, acudir inmediatamente a los clichés”, explica. “Lo que permite particularizar un texto siempre es tu propia experiencia o la de gente muy cercana. La experiencia propia nunca se parece a otra; se parece mucho y al mismo tiempo no se parece en nada, porque está llena de detalles. Esto también lo decía un arquitecto: "Dios está en los detalles". Eso funciona para la arquitectura y también para la escritura”.

“Yo me enfoco sobre todo en la psicología de los personajes”, prosigue la autora. “Desde siempre, aunque a veces se note más y otras menos, porque es lo que me interesa. En la vida me interesan mucho las personas, entenderlas, entender por qué una persona funciona de esta manera y no de otra, qué le hace tomar estas decisiones. Siento mucha curiosidad por las personas y creo que eso lo traslado a la literatura. Escribo para entender a la gente, para entenderme a mí muchas veces, pero también para entender lo que veo desde el punto de vista de la interioridad, porque desde la exterioridad quizá hay mejores mecanismos que la literatura —gente que estudia la sociedad desde un punto de vista económico, social, el ensayo, historiadores, sociólogos—. Sin embargo, el terreno de la literatura para mí es fundamentalmente la interioridad”.

Esa interioridad en La sangre está cayendo al patio se ve alterada por algo que cambia a sus personajes, ya sea un elemento casi fantástico o una sensación que solo está en sus cabezas. “Son, en efecto, vidas muy normales y, de repente, en esas vidas se abre paso lo absolutamente anormal, casi sin que los personajes lo busquen”, afirma. “Hay una frase en uno de los cuentos: "Los destinos se alcanzan con la máxima inocencia", porque nunca sabemos hacia dónde nos dirigimos. En el caso de estos personajes, muchas veces se dirigen hacia lo que se dice la "noche oscura del alma", hacia callejones sin salida donde tocan fondo, y son absolutamente inconscientes de ello. Para mí, en los relatos era importante tratar dos vertientes de la perdición humana: una social —sociedades que no funcionan, algo que creo que estamos viendo cada vez más aquí por muchos motivos— y un elemento que todos llevamos dentro, una semilla que no tiene que ver con lo social. Una semilla de autodestrucción que depende de un impulso propio y que a veces se disfraza con otras cosas, incluso con hacer el bien, y que nos lleva a la perdición. Quería poner a personas muy normales en esas situaciones, porque cualquiera de nosotros podemos entrar ahí sin darnos cuenta, vernos en una situación muy precaria por distintos motivos, pero también por una voluntad nuestra de destruirnos”.

El cuento y la novela-chuletón

Navarro ha compaginado el cuento con la novela, en una tradición más cercana a la anglosajona o la latinoamericana en el sentido de darle a ambos géneros el mismo peso. “En España se ha tenido durante mucho tiempo la percepción de que el relato es el primo pequeñito de la novela, el hermano pequeño. Era una percepción súper absurda”, asegura. “Cuando empecé a escribir, en el año 2007 más o menos, todavía existían debates sobre si eran mejores las novelas o los cuentos, si eran géneros que no se podían equiparar. ¡Eso en el año 2007, después de que todos hemos leído a Borges, a Cortázar, a Chéjov, a los grandes maestros del cuento! Aquí la novela canónica es el Quijote, que es un súper tocho, y supongo que eso funda una tradición. Aunque también tenemos El Lazarillo, que es una novela corta".

 ¿Por qué en entonces en España el relato se ha considerado menor? "Creo que por ignorancia, por incultura", asegura. "La literatura de aliento corto tiene más predicamento en culturas más refinadas, pienso en la anglosajona, inevitablemente, o en Latinoamérica —en concreto en Argentina, que recibió tanta inmigración de tantos países, tanta riqueza cultural—. Esa situación de riqueza cultural frente a España, donde siempre ha habido analfabetismo hasta casi el siglo XX, genera una idea muy tosca. Igual que comer bien: la idea es como un chuletón que casi te aplasta”, concluye.

Libros recomendados de Elvira Navarro

  • Réplica

    Réplica

    Miguel Serrano Larraz

    Candaya SL

    Comillas Logo

    Voy a recomendar un libro de cuentos que, desde mi punto de vista, no tuvo el reconocimiento que merecía. Es maravilloso y muy desconocido: Réplica, de Miguel Serrano Larraz, un escritor maño. Es un conjunto de relatos que publicó en su día Candaya, que son maravillosos y de primerísimo nivel. Por los motivos que sean, no escucho que se hable de él, y se debería seguir hablando.

  • Nostalgia de otro mundo

    Nostalgia de otro mundo

    Ottessa Moshfegh

    ALFAGUARA

    Comillas Logo

    También recomiendo Nostalgia de otro mundo, de Otessa Moshfegh, un libro de relatos brutal sobre la descomposición de la sociedad norteamericana actual. Es salvaje y buenísimo, mucho mejor que Mi año de descanso y relajación, el libro que le dio más fama.

  • Los hijos muertos

    Los hijos muertos

    Ana María Matute

    Austral

    Comillas Logo

    Y voy a recomendar dos "chuletones". Uno es un libro que me leí este verano con motivo del centenario de Ana María Matute: Los hijos muertos. Es una de sus primeras novelas —ya llevaba publicadas unas cuantas, porque empezó a escribir muy joven—. Los hijos muertos es una novela brutal sobre la Guerra Civil y la posguerra. Ahora que hay idiotas que se están animando a ir a la guerra, con esta mentalidad que parece que el pacifismo sea una imbecilidad —y no lo es—, creo que se nos han olvidado las consecuencias de lo que viene después, que también es horroroso. Los hijos muertos es una obra maestra absoluta que debería estar en los libros de texto, junto con grandes novelas de la posguerra como La colmena, pero es muy desconocida. Cuenta la vida de varios personajes de una misma familia. La escritura de Ana María Matute es maravillosa, poética, con una fuerza... Explora todo: la exterioridad, la interioridad, todos los silencios. En fin, es una obra maestra absoluta que hay que reivindicar.

  • Cuentos completos

    Cuentos completos

    Ignacio Aldecoa

    DEBOLSILLO

    Comillas Logo

    El otro "chuletón" que recomiendo, aprovechando que también es el centenario de Ignacio Aldecoa, es de este autor. Creo que es el cuentista español más reconocido. Tiene cuentos maravillosos, como El corazón y otros frutos amargos o Los pájaros de Baden-Baden. Ignacio Aldecoa combina el costumbrismo más pedestre con la poesía; son dos elementos muy difíciles de unir y él los maneja de manera soberbia. Así que, ya que se cumple el centenario de Ignacio Aldecoa y de Ana María Matute, recomiendo un "chuletón" y tres "platitos" maravillosos —que en realidad son "platazos" estos libros de cuentos—.



Tags relacionados
  1. Libros de relatos