Erotismo a flor de piel
Libros eróticos

Ni son los libros que más han despertado mi deseo, ni son autores, algunos de ellos que alabe por su estilo. Si son libros que desde el plano sexual me han tocado profundamente. Y es que sus páginas atacan lo más esencial de la psique del ser humano. Bien por su erotismo, por la belleza y sensualidad de sus relatos o bien por la honestidad y crudeza del impulso amatorio de sus personajes. En definitiva son libros que han ayudado a entender mi sexualidad, que, desde luego, me guste o no, ya está definida.Con El erotismo de Georges Bataille he aprendido que es eso mismo lo que nos enfrenta sin cesar a nuestra naturaleza animal. Solo, a través del sexo el ser humano se funde con la especie. Ha sido fundamental para conocer mis impulsos y entender qué es el sexo desde el punto de vista filosófico.Admiro profundamente a esta autora Elfriede Jellinek, me toca de un modo especial. Solo con sus líneas, siempre tan poéticas, me he encontrado en la literatura a mí misma. Dice de una manera tan lúcida lo que yo diría en cualquiera de mis textos, sobre la condición vulnerable y el conformismo de la mujer tal como el sistema nos obliga, que me sobrecoge. Cualquiera de sus libros, y especialmente Deseo, es un disparo directo al patriarcado imperante de la sociedad contemporánea.Aunque El elogio de la sombra de Tanizaki no sea un libro propiamente erótico, la sensualidad de las descripciones de sus páginas roza lo sublime. El lugar más sórdido de una construcción la tradición japonesa lo eleva al refinamiento máximo. Este balance entre lo sórdido y lo bello es obsesivo en mi vida y en mis intereses como escritora. La vida sexual de Catherine Millet me dejó impactada por ser un libro autobiográfico de una honestidad desmedida. La inmensa cantidad y variedad de sus vivencias sexuales gozadas de una manera compulsiva me emborrachó. Por otra parte, con Apollinaire y Les onze mille verges de me he divertido mucho. Su inteligencia e ironía me han conquistado.Contra el viento del norte de Daniel Glattauer es un libro tierno donde sus protagonistas temen conocerse y entregarse. El miedo a amar es un tema universal y tiene mucho en común con Pulse Mara. La inmortalidad de Milan Kundera es una “mega novela” que engloba grandes temas aún hoy más candentes que cuando se escribió. Trascender ya sea a través del sexo, el amor, el poder… Sus variopintos personajes eligen cómo. Cuando leí esta novela me hice muchas preguntas sobre cómo me ven los demás. Los hombres, y también las mujeres, me suelen decir que desprendo sexualidad pero yo sigo preguntándome por qué lo piensan. La desesperación, el deseo y el amor no correspondido de una mujer burguesa, se refleja en esta Carta de una desconocida de Stefan Zweig de un modo exquisito. Preciosa y cuidadísima narrativa. El autor conoce como pocos los anhelos menos obvios de la mujer. El amante de Marguerite Duras es un texto sencillo pero muy básico de lo que nos despierta el impulso de la pasión. No se me olvida. Otro de los autores con los que me identifico es Henry Miller, es salvaje y escribe sin miedo. Para algunos, Opus Pistorum hoy podría seguir siendo escandaloso pero no podemos olvidar nuestra condición humana, a veces tan decadente.La protagonista de Las edades de Lulú de Almudena Grandes tiene un gran parecido con Mara. La inocencia, las ganas de experimentar, la insatisfacción y vacío al que llega ya de adulta son temas presentes en mis escritos. La diferencia es que Mara no llega a perder la espontaneidad. Una y otra vez está dispuesta a entregarse de nuevo, sin red. La pianista, de Elfriede Jelinek es una estremecedora historia de cómo los traumas pueden perturbar tu vida y fijar sin retorno tus perversiones sexuales.Por último, recomiendo Mujeres, de Bukowski. Más allá de su calidad literaria, me atraen de un modo inconsciente este tipo de personajes sórdidos e incluso despreciables. En todos los libros hay un punto en común y es la degeneración, la transgresión, la incapacidad de amar o la utilización del sexo como instrumento para escapar del vacío existencial.
Erotismo a flor de piel
-
-
-
Es un ensayo sobre diseño y sobre el gusto oriental que da una mirada muy interesante al valor de la sombra y la oscuridad.
-
Esta mujer deslumbrante que confiesa su adicción al sexo tiene un parentesco lejano con Irene. Aunque algunas veces se convierte en repetitivo, el libro es muy interesante y está además basado en una historia real, la vida de la propia Catherine Millet.
-
-
-
Hay algo en este libro de Kundera que toca una idea que me obsesionó durante tiempo. La necesidad de pasar a la inmortalidad, sea por méritos propios, o simplemente por estar al lado de alguien que, a buen seguro, trascenderá. El principio del groupismo aplicado a Bettina y su relación con Goethe.
-
Es una belleza que me recomendó una librera muy ilustrada. La devoré (la novela, claro). Me emocionaba cada página. La leí en casa de mi abuela y tuve que terminarla en el cuarto de baño para que no se preocupara.
-
[Lo recomiendo] por la tristeza que esconde la promesa del amor en un fraseo contenido.
-
-
La leí a eso de los catorce años, editada como parte de una colección de novelas que se vendían, por cientos, en los puestos de periódicos. Me impresionó, claro, porque era sexualmente más radical que nada que hubiera leído entonces. Me dejó la costumbre de hacer la señal de cuernos con la mano frente a los estadios de los equipos enemigos de los míos, como hace un personaje ante el Bernabeu (en Madrid hice lo mismo ante el mismo estadio).
-
-
Chuck en su mejor momento. Ácido y directo, corrosivo y escandaloso como un puñetazo brutal e inesperado en el estómago.
- Ver más contenido