Estos libros enganchan: las mejores novelas sobre drogas
Las drogas, su uso, sus efectos y sus peligros: las novelas que mejor relatan sus consecuencias

El uso de sustancias que alteran la percepción es tan antiguo como la vida, y un tema que la literatura no podía obviar. Las drogas, su uso, sus efectos y sus peligros, han sido explorados desde muchas perspectivas. Hoy repasamos en Librotea algunos de los mejores libros que hablan sobre la adicción.
Los primeros clásicos alucinantes en las novelas sobre drogas
Pese a que muchas obras habían tratado tangencialmente el uso de drogas, Thomas de Quincey firmó en Confesiones de un inglés comedor de opio uno de los primeros grandes clásicos con una sustancia como la del título como tema central. Una lectura fundamental que inspiró a Baudelaire para sus Los paraísos artificiales. Ya en el siglo XX, Mojail Aguéiev publicó la polémica Novela con cocaína, libro que se atribuyó a Nabokov y precursor de muchas obras sobre la adicción en la juventud.

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La literatura estadounidense, sobre todo desde la beat generation, indagó de manera profunda en los efectos de las drogas y la manera en la que podían servir para ver una realidad distinta. El almuerzo desnudo, de William Burroughs, es uno de esos títulos de referencia sobre los estados de la mente sometida a todo tipo de sustancias. Otro ilustre escritor que experimentó con ellas fue Hunter S. Thompson, como refleja su clásico Miedo y asco en Las Vegas. La cara más amarga de la adicción, sin embargo, corresponde a Hubert Selby Jr y Réquiem por un sueño.

Despelote en inframundos mercantiles fronterizos donde el cuerpo nombra otros umbrales. 

También una crónica real que da lugar a un nuevo género del reporterismo, el “Periodismo gonzo”. Thompson y su abogado viajan a Las Vegas para preparar un reportaje, llevando consigo un brutal cargamento de drogas en el maletero del coche. Allí vivirán un sinfín de experiencias, cada cual más bestia, bajo los efectos del LSD, la cocaína y la mescalina. Miedo y asco en Las Vegas también llegó al cine en el 98 con Johnny Depp y Benicio del Toro como protagonistas."Odio abogar por drogas, alcohol, violencia o locura a alguien, pero siempre me han servido a mi" .

Cuando se juntan las anfetaminas con la heroína. Cuando además, se suma una turbulenta relación entre una madre y un hijo que consumen sin parar a la espera de que sus sueños se cumpaln, podemos hablar con certeza de una de las obras más crueles y sórdidas de la literatura norteamericana.  Selby Jr. hurga sin concesiones en las miserias de la América profunda desde el prisma cristalino que le ofrece la heroína, droga que conoce a la perfección (durante toda su vida sobrellevó sus dolores por un padecimiento prematuro de tuberculosis y su amenaza perpetua de muerte gracias a las drogas)
Las drogas: la lucha entre la identidad y la destrucción
Las generaciones posteriores, quizás más conscientes de los devastadores efectos de las drogas, no han explorado tanto sus efectos, aunque sí las han utilizado como un elemento que marca a determinados grupos sociales, en especial en la juventud. Es así en Azul casi transparente, de Ryu Murakami, en las novelas repletas de sordidez de Dennis Cooper como Contacto, o en la generacional Bajar es lo peor, de Mariana Enríquez. Desde otro punto de vista, el que une el placer con la muerte, escribió recientemente Mateo García Elizondo en Una cita con la lady, su libro de debut.

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La novela nos sumerge en los bandazos de unos jóvenes habitantes de una base norteamericana en Japón. Mucha droga, mucho sexo y mucha indolencia contada con la pasión brutal y antisentimental del buen Murakami.

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