Libros con finales que querríamos cambiar

A todos los lectores nos ha pasado. Llevas varios cientos de páginas enamorado con un libro, y te aproximas a su final. Tus expectativas están a punto de verse culminadas o decepcionadas. En tu cabeza has ideado un desenlace ideal, uno que te parece el más justo o coherente. De repente, en la última página, lo que lees te descoloca. Unas veces se trata de un final que no anticipabas, otras se escapa a tu lógica, incluso hay quien se indigna porque no le parece justo terminar una gran obra de esa manera. Hoy hablamos de esos finales que muchos lectores cambiarían si tuvieran el poder de hacerlo.
La literatura clásica tiene varios ejemplos de desenlaces que no dejaron satisfechos a muchos de sus lectores, más aún cuando en muchas ocasiones seguían estas historias por capítulos, un poco a la manera de las series de televisión de hoy. Cuentan que Dickens escribió dos finales para Grandes esperanzas, uno trágico y otro feliz. El consejo de su amigo Edward Bulwer-Lytton le hizo optar por el primero, pero muchos se plantean si no hubiese sido mejor terminar el libro de una manera menos amable. La resolución de Mujercitas decepcionó a muchos de los lectores de la época, que querían para Jo un final más romántico y tradicional, pese a que ahora se aplauda el arrojo de Louisa May Alcott de dotar a su personaje de independencia. Alicia en el país de las maravillas es una obra que ha influido a todas las artes desde su publicación, pero su manera de acabar, como un sueño de la protagonista, ahora nos resulta completamente decepcionante.
Una de las mayores decepciones de la historia de la literatura se la llevaron los seguidores de Sherlock Holmes con la decisión de Arthur Conan Doyle de matar a su personaje en El problema final. Tanto fue así que el autor acabó rectificando y recuperó a su personaje más famoso. Y hay quienes consideran que la manera en la que Mark Twain cierra su Huckleberry Finn es moralmente ofensiva.
Otro libro tremendamente popular cuyo final no fue del agrado de muchos, que lo consideraron poco convincente, es It de Stephen King. En otras ocasiones, los autores prefieren dejar la resolución abierta, dejando todo a la interpretación del lector, algo que enfada a algunos de ellos. La escoba del sistema, que termina literalmente a mitad de una frase, es uno de esos casos. Pero también existen casos en los que los lectores esperaban un desenlace menos duro, como en El niño del pijama a rayas.
Libros con finales que querríamos cambiar
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Adoro esta historia acerca de cuatro hermanas y sus aventuras hasta convertirse en mujeres. Disfruté mucho escribiendo la versión moderna de esta obra, titulada Chicas de primavera, que se publicará en 2018.
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Grandes esperanzas y Orgullo y prejuicio son dos libros que me parecen más emocionantes que cualquier novela negra que haya leído nunca. Puedo volver a leer cada diez años y vivir todo eso de nuevo.
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Un clásico muy psicodélico. Me encantan sus personajes. El conejo, el gato, la reina, la morsa...
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No me entusiasma este libro pero como canto a la amistad juvenil apenas tiene rival.
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Sherlock es mi personaje favorito de la literatura mundial. Eterno y mucho más real que su autor.
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Aprovechando que está de actualidad por el estreno de una nueva película basada en el relato, escojo esta novela, entre las mejores del padre del horror moderno, ese terror cotidiano de clase media y suburbio tranquilo donde te sentías a salvo.
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