Libros para asomarse a la luz y a la oscuridad, recomendados por Glòria de Castro
La autora publica 'Los templos solemnes', un libro sobre las grietas del pasado y los lazos familiares.

Abandonar la ciudad para volver a la casa del pueblo de su infancia es el viaje que comienza Nina con su marido y su hijo, uno cada vez más recurrente en los urbanitas, pero Los templos solemnes, la segunda novela de Glòria de Castro, es de todo menos complaciente. Allí, entre oscuridades de una casa y un pantano cercano que tiene fama de tragarse a bañistas incautos, la protagonista de esta obra se adentrará en los rincones sombríos de su pasado, además de poner a prueba los lazos familiares. Hablamos con ella de una obra que, confiesa, le ha dado muchos quebraderos de cabeza, y nos recomienda libros para asomarse a la luz y a la oscuridad.
Video: entrevista y libros recomendados de Glòria de Castro

Los templos solemnes empieza cuando Glòria de Castro estaba dando forma a su primera novela, El instante antes del impacto. “No sé por qué he llegado hasta aquí, porque realmente este texto lo escribía mientras estaba en el proceso de edición de la otra novela, y era como mi ratito del recreo”, Recuerda. “El hecho de que pudiese tener otro espacio más libre y donde pudiese escribir lo que me venía a la cabeza, no sé por qué me condujo a recobrar estas ideas del pasado y estas imágenes que me venían”.

Otra de las claves para la escritura de este libro le llegó a través de la danza, que es también la profesión de Nina, su protagonista. “Me quedé impresionada viendo un vídeo de Pina Bausch en Café Muller, en el que ella danzaba y mientras danzaba iba tirando sillas. Dije: ‘este es mi personaje’. Es alguien que quiere crear belleza, pero hay algo que se lo impide. Entonces, la única forma que tiene de quejarse es ese caminar tirando todo, pero a la vez quiere mostrar esta belleza a través de su cuerpo”, cuenta.
Ir hacia la oscuridad para salir a la luz
En el comienzo de Los templos solemnes, como decíamos, está la decisión de dejar la ciudad, pero expuesta no como una idealización del medio rural, sino como la consecuencia de una ciudad que te expulsa. “La gran ciudad, que debería ser un lugar que nos cuida y nos sostiene, está cayendo por todos lados y nos está echando”, confirma de Castro, que desde hace un tiempo vive en un pequeño pueblo de Mallorca. “Nos está echando, ¿pero hacia dónde? Porque tampoco es que fuera de la ciudad esté la respuesta. Hay mucha conversación sobre el retorno al mundo rural como algo muy idílico, y tampoco es todo tan maravilloso. La naturaleza también puede ser agreste, y vivir en medio de la nada, si no tienes suficiente base o algo que te sostenga, también puede generar miedo o rechazo”.
Otro de los temas que trata la novela es la familia, cómo los lazos se pueden volver extraños, e incluso ahogar en lugar de acoger. “La familia es un núcleo que puede ser muy bonito, pero a la vez muy aislante y que te puede llegar a devorar”, confirma la autora. “Quería explorar esta idea de la familia aislada, que es un poco como las familias de ahora, en contraposición a las de antes que eran muy extensivas, que cada vez están en lugares más claustrofóbicos y que se reducen a muy pocos miembros. Quería también explorar la idea del amor, este amor que siempre hablábamos como que nos va a salvar. ¿El amor realmente nos puede salvar? ¿Si tú vienes de un lugar donde no has tenido amor, eres capaz de darlo?”, se pregunta.
De esa forma, Nina se embarca en un viaje que le enfrenta a su propio pasado y sus oscuridades. “Hay una frase que dice Nina, que el amor es ir como de la oscuridad hacia la luz cuando encuentras ese gran amor, pero después también es ir de la luz hacia la oscuridad”, explica de Castro. “Cuando estás en pareja, caminar juntos también es descubrir los lados oscuros de tu pareja y los tuyos propios. Es caminar en medio de esa oscuridad, tuya y de la otra persona. Yo quería jugar mucho con la luz y la oscuridad, como esta casa que tiene rincones realmente oscuros, porque la protagonista también tiene rincones oscuros. De hecho hay toda una primera versión de la novela donde no aparece ningún color, e incluso la protagonista tenía una enfermedad ocular que solo veía en blanco y negro”.
Recuperar el miedo
Hay en Los templos solemnes una atmósfera constante de inquietud, de intriga a veces, y también de cierto miedo. “Me encanta el miedo, pero quería jugar a qué pasa cuando el miedo no es algo externo, sino cuando es algo interior. Cómo haces para vencer ese miedo cuando lo tienes adentro”, señala de Castro. “Hay un juego que parte del pantano, un pantano que es real, un pantano de mi infancia, del lugar donde veraneaba, que realmente tiene un agujero negro. Se ahogó mucha gente en ese pantano cuando era pequeña. Quise construir una historia en la que hay momentos que crea rechazo, como que no quieres acercarte a ese pantano, pero en otros momentos te traga ese agujero. Y quería jugar un poco con eso de ‘no me gusta lo que estás contando pero a la vez quiero saber qué va a pasar”.
De Castro también quiere reivindicar ese miedo en la literatura, incluso el que nos habla de la sangre. “A mí me encanta el gore, desde el cine a la literatura, y no hay tanta literatura escabrosa, con sangre y vísceras”, señala. “Incluso en la literatura infantil. Cuando he hecho toda una relectura de los cuentos de los hermanos Grimm, de las versiones originales, hay un montón de mutilaciones, mujeres que son cortadas a pedacitos y mucha sangre. Luego esto se ha ido eliminando y ahora vas a buscar cuentos para niños y todos son sobre las emociones. Yo creo que es bueno confrontar a los niños desde pequeños con el miedo, porque aprenden a relacionarse con él. Es mejor si al miedo lo encaras, si se lo pones delante, que si lo rehuyes. Nuestros abuelos nos contaban historias un poco macabras, como esta historia del pantano que se tragaba la gente, y el hecho de que se tragase a la gente era lo que lo hacía emocionante”, concluye.
Libros para asomarse a la luz y a la oscuridad, recomendados por Glòria de Castro
-
Es un texto en el que estuve trabajando mucho, releí mucho, luego no tiene nada que ver con la novela, aunque haya sí que hay citas de ella dentro de la novela, porque Shakespeare para mí es como la base, aunque sea teatro, de crear estos mundos imaginarios. Se basa mucho en las mitologías griegas, y siempre aparecen héroes griegos en todas sus historias. Para mí es cuando se empezaron a contar estas historias del personaje que hace un camino y que tiene que sufrir una metamorfosis para llegar a su objetivo.
-
Las versiones originales, que también sigue este mismo camino que las mitologías griegas, y que creo que es muy sanador contarlos a los niños, las versiones originales, las que tienen sangre y gore, que son maravillosas.
-
Un libro en el que ella habla de lo útil que es caminar sin ir a ningún lugar. De Rebecca Solnit me encantan todos sus libros, que son no ficción, es bastante feminista. Este en concreto me enseñó lo útil que es simplemente perderte contigo y con tus pensamientos.
-
Me influyen mucho varias autoras argentinas, porque hablan desde esta voz también un poco enfadada, desde la rabia, desde la extrañeza de lo que nos rodea. Un libro que me marcó mucho es Mátate, amor, de Arianna Harwicz, que trata de una mujer que tiene una depresión posparto, pero la lleva muy al extremo. Su voz es tan potente que dices ‘está loca, pero lo que dice es tan de verdad’.