Libros de relatos perfectos para un día de playa

Si bien la novela sigue siendo el genero al que recurre un mayor número de lectores, el relato ha ido ganando terreno en los últimos tiempos. Cada vez son más aquellos y aquellas que se dejan seducir por el género corto, buscando la inmediatez y la sugestión de aquellos narradores capaces de concentrar en apenas unas páginas lo que otros desarrollan en varios cientos. El verano es, además, una época propicia para el relato, permitiendo disfrutar la literatura en pequeñas pero poderosas dosis. Para aquellos y aquellas que quieran encontrar un libro de relatos perfecto para estas vacaciones, hemos seleccionado hoy una decena de títulos que no defraudan.
A través de la observación de la vida cotidiana, Claudio Magris nos entrega en Instantáneas un conjunto de textos breves pero con una gran hondura, miniaturas literarias que se leen en un abrir y cerrar de ojos pero consiguen hacernos ver la realidad con otros ojos por unos instantes. En Flores fuera de estación, Margarita Leoz despliega todo su talento como narradora en una colección de cuentos que consiguen emocionar más por lo que sugieren que por lo que expresan de manera explícita. De igual manera, pero basculando entre lo macabro y lo irónico, Cristina Sánchez Andrade firma en El niño que comía lana una colección de relatos con un pie en lo fantástico y otro en la vida cotidiana. Y de fantasía y oscuridad también sabe Samantha Schweblin, quien en Pájaros en la boca firma una veintena de relatos que fascinan y perturban por igual.
Para los lectores y lectoras que buscan relatos basados en la vida real, una recomendación perfecta es Un corazón demasiado grande, de Eider Rodríguez. De la misma forma, la crudeza con la que narra Fernanda Melchor las historias de Aquí no es Miami nos enfrenta con los aspectos menos amables de la vida actual. Completando esta terna de libros de relatos que no esquivan el dolor, Todo lo que no puedo decir, de Emilie Pine, plasma en seis cuentos otras tantas experiencias personales que van desde el alcoholismo de su padre a la imposibilidad de quedarse embarazada.
Dos grandes narradores completan nuestras recomendaciones. Richard Ford es conocido por ser un maestro tanto de la novela como del relato, como demuestra una vez más en Lamento lo ocurrido. Por otro lado, Margaret Atwood es conocida por sus novelas, pero en Nueve cuentos malvados da rienda suelta a su lado más perverso, en los que utiliza algunos elementos de los cuentos clásicos para darles una vuelta de tuerca.
Libros de relatos perfectos para un día de playa
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Conocí a Samantha en Suecia, no sabía quién era, me regaló el libro y lo leí esa misma noche. Al día siguiente dije: '¿Quién es esta señora?, ¿qué es esto? Los cuentos de ese libro son bestiales.
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Margaret Atwood es la diosa que bajó del Olimpo para darme sus letras. No existe mejor escritora. Todo lo suyo me parece maravilloso.
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