Libros fantásticos para alimentar la imaginación, recomendados por Félix J. Palma
Hablamos el autor de 'El gran timo de las hadas', el inicio de una trilogía que une fantasía con aventura en la Inglaterra de 1920.

En la década de 1920, Inglaterra vive un insólito episodio de interés por lo fantástico. Los relatos sobre hadas, elfos y otras criaturas míticas proliferan, e incluso hay quienes aseguran haber visto a estos seres que escapan a lo humano. En esa época, Félix J. Palma sitúa El gran timo de las hadas, una novela con la que inaugura una nueva trilogía, después de la que conformó en la Inglaterra victoriana con El mapa del tiempo, El mapa del cielo y El mapa del caos. Hablamos con él sobre su nueva obra y nos recomienda libros fantásticos para alimentar la imaginación.
Video: entrevista y libros recomendados de Félix J. Palma

El origen de El gran timo de las hadas se encuentra en una historia real que causó gran impacto en Inglaterra a principios del siglo pasado. “Me encontré con esta historia cuando me estaba documentando para mi trilogía victoriana, hace ya bastante tiempo, y el suceso me enamoró”, explica Palma. “Era la historia de dos niñas, Elsie y Frances, que son primas entre sí, que utilizando su imaginación, aunque fuera de manera inconsciente, encendieron una luz en esa oscuridad que se iba extendiendo por Europa a causa de la Primera Gran Guerra. Ellas le pidieron una cámara de fotos al padre de una de ellas y se hicieron cinco fotografías jugando con hadas en un bosque, en una cascada que había cerca de la granja donde vivían. Se fotografiaban la una a la otra jugando con hadas, incluso una de ellas con un gnomo saltando en su regazo. Me pareció fascinante”.

La historia de Elsie y Frances fue lo que ahora calificaríamos como viral. "Tres años después entra en escena el conocido escritor Arthur Conan Doyle, que en aquel momento, en 1920, estaba escribiendo un artículo navideño sobre hadas para la revista en la que colaboraba, The Strand Magazine. De repente, se entera que existen cinco fotografías de niñas jugando con hadas. Le dedicó el artículo exclusivamente a ellas, y a partir de ahí, alcanza una difusión brutal. A partir de su artículo, los periódicos de aquella época se vieron inundados de cartas de lectores contando experiencias similares con hadas, con gnomos, con elfos y seres que hasta ese momento habían permanecido encerrados en la imaginación del hombre. De repente, parecía que Inglaterra estaba o llena de locos, o llena de embusteros, o llena de hadas. Y esas son las tres posibilidades que a mí me atraían, jugar con la combinación de las tres posibilidades”.
Timadores, hadas y gangsters
Félix J. Palma dio vueltas a esta historia durante años, pero le costó darle forma. “Me guardé la idea en esa despensa que tenemos los escritores para el futuro y de vez en cuando la sacaba, le quitaba el polvo y jugaba con ella”, cuenta. “La historia era tan bonita que se me antojaba ideal para hacer una novela corta, deliciosa, con un tono mágico. Le daba vueltas, pero nunca conseguía darle forma de novela. Creo que porque me centraba en el caso en sí. Y el caso en sí ya está cerrado, ya poco podía aportar yo. Hasta que se me ocurrió,hace un par de años, no centrarme en el caso, sino utilizarlo como telón de fondo”.
Así, El gran timo de las hadas es la historia de Alan y Violet, como explica el autor, “dos timadores que se hacen pasar por fotógrafos mágicos y aprovecharse de esta credulidad social. Viven de esto, se van lucrando de esto, hasta que se encuentran con la horma de su zapato: un gángster, Percival Drake, el más poderoso de Londres en ese momento, y al que tienen que engañar y hacerle creer las hadas para salvar sus propias vidas. De repente podían engañar a todo el mundo, pero se encuentran con alguien que aparte de peligroso, es un absoluto escéptico”.
Esa época, en la que la imaginación y la ciencia conviven, es un territorio conocido para Palma. “La ciencia empieza, de alguna manera, a decirle al ciudadano cómo es la realidad, a delimitar los límites de la realidad. Por otro lado, el hombre se niega a que la realidad sea solo lo que ve y puede tocar. Por eso hay un auge brutal del espiritismo, por ejemplo, no solo de los seres féricos”, relata, “Cuando empecé a documentarme, me di cuenta que la fantasía estaba en auge, la imaginación del hombre estaba en auge”, asegura. “Era una sociedad mucho más crédula que la de ahora, mucho más inocente. Con ganas de no dejar la niñez atrás, por decirlo de alguna manera. A mí me pareció que hablar de esto podía ser perfectamente el mensaje que vertebrara la trilogía. Quiero que sea otra trilogía, que es casi como la hermana pequeña del anterior”.
Libros fantásticos para alimentar la imaginación, recomendados por Félix J. Palma
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Yo conocí a Cortázar justo en un momento de mi vida que me estaba haciendo como escritor, me estaba cociendo como escritor y fue como se dice ahora, me voló la cabeza y me indicó un camino a seguir. Yo estaba escribiendo cuentos de ciencia ficción, de fantasía y eso era muy difícil ganarse la vida con eso y sin embargo Cortázar me enseñó un fantástico cotidiano. Cortázar me enseñó todo lo que podía dar de sí el fantástico, todo lo que podía dar de sí el cuento y todo lo que podía dar de sí el lenguaje.
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Quizá no sea su novela más ambiciosa pero me parece una de sus novelas más redondas, aparte me parece un taller de escritura fenomenal porque el escritor tiene que convertir una novela para salvar la vida, tiene que revivir al personaje que mató en la novela. Al que le guste escribir va a gozar muchísimo con esta novela y va a aprender también técnicas narrativas.
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Dos libros de fantasía histórica que no es que inspiraran mi trilogía vitoriana, pero sí que cuando los leí me marcaron un poco el tipo de cosas que no se hacían aquí en España y que a mí me gustaba como lector. Jonathan Strange y el señor Norrell está centrado en el siglo XIX con las guerras napoleónicas como telón de fondo y presenta a personajes ficticios que se mezclan con personajes reales como el Lord Byron o el Duque de Wellington. Es una Inglaterra donde la magia está casi desaparecida y además hace juegos metaliterarios muy chulos. Está muy bien escrito, imitando la prosa de Dickens o de Jane Austen, y tiene ese sabor a libro antiguo, aparte de que la historia y los personajes evidentemente son deliciosos .
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Fue uno de los primeros libros que leí, está amarillento ya y es de viajes en el tiempo, quizá uno de los mejores que hay sobre viajes en el tiempo. Cuenta la historia de un millonario de nuestro presente que descubre una puerta temporal al siglo XIX justo a la noche donde un poeta muy famoso da una lectura en un pub de la época. Entonces reúne a varios clientes para hacer un viaje a esa noche y tiene que contratar al protagonista, Brendan Doyle, que es un profesor de literatura muy experto en ese poeta, para que haga como una especie de guía turístico de ese momento. Por una serie de cosas, Brendan Doyle se queda atrapado en el pasado, se convierte en una especie de náufrago temporal todos se pueden volver pero él se queda atrapado en el siglo XIX y cuenta todas las cosas que le pasan, Lo leí de muy jovencito y dije bueno, esta literatura, este tipo de cosas que son tan divertidas, son tan imaginativas, tiene tanta vuelta de tuerca es lo que de alguna manera a mí me servía de referencia y de modelo.