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Libros incómodos que merece la pena leer, recomendados por Júlia Peró

La autora de 'Olor a hormiga' indaga sobre la vejez y la manera en la que la percibimos.

Júlia Peró: entrevista y libros recomendados
Júlia Peró: entrevista y libros recomendados
Guillermo Arenas España /

Olor a hormiga, la primera novela de Júlia Peró, es uno de esos libros que ponen al lector contra la pared. Para su estreno en la narrativa, la poeta y artista catalana trata un tema que parece diametralmente opuesto a su juventud (nació en 1995). La suya es una novela sobre la vejez, despojada de visión paternalista y atravesada por las distintas violencias que ha vivido Olvido, una mujer que supera los 70 años y que se encuentra aislada de un mundo que le ha decepcionado. Hablamos con Peró de esta novela y nos recomienda algunos libros incómodos que merece la pena leer.

Video: entrevista y libros recomendados de Júlia Peró

Júlia Peró: entrevista y libros recomendados
Júlia Peró: entrevista y libros recomendados


“Siempre digo que hay dos puntos que me hicieron escribir Olor a hormiga”, cuenta Júlia Peró. “Uno es que, a los 17 años, viví un tiempo largo con mi abuela. Yo estaba empezando a madurar y ella estaba empezando a proyectar un proceso de demencia. Olvido, la protagonista, no es mi abuela, pero hay muchas escenas en la novela que han bebido mucho de esa experiencia con ella. Otro punto fue que hace unos cinco años empecé a notar las primeras canas, las primeras mini arrugas y empecé a pensar que voy a llegar a allí, a donde ha llegado mi abuela y muchos otros. Me empecé a preocupar verdaderamente por la vejez, no solo física, que es algo que casi es inevitable en el mundo en el que vivimos, sino si yo también llegaría a un proceso de demencia tan duro como el que vivió mi abuela y, sobre todo, cómo me cuidaría el resto. Eso es lo que más me preocupa: cómo nos va a cuidar el sistema cuando a nosotras ya no le sirvamos para nada”.

Olvido, la protagonista de Olor a hormiga, es una suerte de proyección de Peró. “Casi soy yo misma, imaginando lo enfadada que estaré cuando sea mayor y cuando no tenga ninguna pizca de oportunidad ni ninguna pizca de cariño”, explica. Una soledad que le interesaba “para hablar un poco de intimidad”, aclara. “Yo creo que muchas veces asumimos que la intimidad es otra cosa y, para mí, la intimidad más real es eso que pasa cuando estás sola en casa. Muchas veces, cuando estamos en ese tipo de intimidad, hacemos cosas que quizá desde fuera, se criticarían como extrañas. A Olvido le pasa, de repente, que está sumamente aburrida y se pone delante de la lavadora a mirar cómo gira el tambor o se masturba encima de una encimera”.

Prejuicios y tabúes sobre la vejez

Cuenta Júlia Peró que escribió parte de Olor a hormiga en el pueblo en el que ahora reside. “Hay momentos de soledad que yo también vivo y que, de hecho, me gustan y creo que han servido mucho para inspirarme a escribir Olor a Hormiga”, explica. “También me interesaba mucho el tema de la soledad impuesta, cómo a Olvido ya no le interesa nada más del exterior. De hecho, el exterior le ha decepcionado completamente y decide encerrarse en casa, en una soledad impuesta. Al final, la compañía que le da a la chica, los cuidados que le da, son pagados. Y ahí también hay un debate, entre si tienes que pagar un servicio, esos cuidados que te están dando, o no”.

En la creación de su novela, Peró se planteó muchos interrogantes sobre el concepto de vejez hegemónico. “Asumimos que la gente mayor tiene experiencia. Les damos un exceso de respeto o incluso un falso respeto desde mi punto de vista. Les hablamos de usted, el típico protocolo de servir al mayor antes en la mesa, ponerlo en un sitio privilegiado… Pero luego no les escuchamos, no nos interesan sus vivencias, no les preguntamos su opinión sobre arte o literatura. Sí que asumimos que tienen mucha más experiencia que nosotros, y de hecho esa gente mayor también se siente con ese poder, el ‘ya verás cuando crezcas’. Me interesaba mucho cómo asumimos la experiencia esta gente mayor, pero a lo mejor ha vivido cosas distintas, no digo menos, pero sí muy distintas a las nuestras. Yo quería para Olvido esta falta de experiencia, esta falta de vivencias”.

En la novela, apunta Peró, “hay una cantidad de violencias distintas increíble”. Una de ellas es la homofobia.” En el caso de Olvido, tiene una homofobia interiorizada brutal que la hace, aparte de otras violencias. Ni siquiera le han enseñado a cómo preguntar, a cómo hablar de estos temas. Me interesaba mucho el cómo ha vivido estas violencias y cómo no tiene la capacidad de abordarlas. En cambio la chica que la cuida quizás sí las tiene. Me interesa mucho esto porque creo que es una especie de edadismo inverso: asumir que la gente joven está menos capacitada para ciertas vivencias que la gente mayor, cuando en realidad al final los humanos somos bastante parecidos y vivimos muchas veces las mismas situaciones”.

Otra concepción generalizada que refuta Olor a hormiga tiene que ver con la sexualidad en la vejez. “Creo que no es tanto pensar que la gente mayor en general tiene una falta de sexualidad o de interés sexual, sino las mujeres mayores”, apunta. “Sí vemos a este personaje del viejo al que le gusta mirar a las jovencitas, y ahí sí lo asumimos de una forma quizá más macabra o más cruda. Creo que afecta de forma distinta, como todos los ámbitos vitales, en mujeres que en hombres. Tenemos en el imaginario que la mujer mayor es esta señora que le gusta coser, le gusta cocinar, que se preocupa por las nietas, preocupada por los cuidados de los demás. Yo ahora vivo en un pueblo y las mujeres mayores me dicen que siguen teniendo interés sexual. El otro día estaba hablando con una mujer que tiene unos 70 años que me dijo que no es que no tenga interés sexual, es que ya no quiere estar con hombres. Para mí, Olvido tiene mucho deseo sexual, pero todas las escenas sexuales que ha vivido en su vida, para mí son escenas de abuso”.

Por todo ello, Olor a hormiga es una de esas lecturas que exigen al lector que se enfrente a temas que podría rechazar en un primer momento. “Yo tenía muy claro que quería incomodar, quería molestar, porque creo que desde la incomodidad cambiamos las cosas. Desde la comodidad no parece que pase nada”, argumenta. “También tenía muy claro que quería muchas emociones en todo el libro. Que un capítulo te generara ternura, pero de repente el siguiente te diera un golpe y te diera asco, y en el siguiente sientas un poco de miedo, de rechazo. De esa amalgama de emociones, creo que el resultado es esa incomodidad”.

Libros incómodos que merece la pena leer, recomendados por Júlia Peró

  • Amor

    Amor

    Maayan Eitan

    Periférica

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    No lo recomiendo para gente que le guste leer desde un punto cómodo, sino todo lo contrario. Al final, mi libro tampoco lo recomendaría a gente que le gusta esa comodidad al leer. En Amor a mí me gusta mucho el personaje principal, y cómo siempre asumimos que la narradora de la historia o el narrador de la historia tiene que ser fiable. En este caso, en Amor, lo que hace Maayan es que te cuenta la protagonista un discurso, una historia, y al final de ese capítulo te dice, ‘bueno, todo lo que te he contado es mentira’. No sabes nunca a qué atenerte, y eso me gusta mucho.

  • La belleza del marido

    La belleza del marido

    Anne Carson

    LUMEN

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    Para quien no sea lector de poesía es un libro para empezar buenísimo. Es casi un libro narrado, y es uno de mis favoritos de poesía. De hecho ella lo llama un ensayo. A mí me gustó muchísimo por la estructura, creo que rompe con la estructura tradicional de los poemas más convencionales, es casi eso, una novela sobre lo que le pasa a ella con sus vivencias con su marido.

  • Facsímil

    Facsímil

    Alejandro Zambra

    Editorial Anagrama

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    Alejandro Zambra me parece uno de los mejores autores masculinos que he leído, tiene una sensibilidad increíble y una capacidad de observación humana maravillosa. Y en el caso de Facsímil, que creo que es su libro más raro, compone las narraciones en forma de examen, el examen de acceso a la universidad. Todas las narraciones empiezan A, B, C, como si fueran posibles respuestas. Me parece que tiene una fuerza increíble ese texto, es súper interesante y a mí me inspiró muchísimo.

  • Moriu-vos

    Moriu-vos

    Anna Maria Ricart Codina

    Teatre Nacional de Catalunya

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    No lo recomiendo para gente que le guste leer desde un punto cómodo, sino todo lo contrario. Al final, mi libro tampoco lo recomendaría a gente que le gusta esa comodidad al leer. En Amor a mí me gusta mucho el personaje principal, y cómo siempre asumimos que la narradora de la historia o el narrador de la historia tiene que ser fiable. En este caso, en Amor, lo que hace Maayan es que te cuenta la protagonista un discurso, una historia, y al final de ese capítulo te dice, ‘bueno, todo lo que te he contado es mentira’. No sabes nunca a qué atenerte, y eso me gusta mucho.



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