Libros que han “resucitado” gracias al cine

“El libro era mejor” es esa frase clásica que nos acompaña siempre que el cine se fija en la literatura para adaptar a su lenguaje el de alguna novela. Y, si bien en Librotea no vamos a ser los que llevemos la contraria a esa máxima, hay que reconocer que Luis Tosar tiene razón cuando nos explica que son lenguajes tan distintos que cualquier comparación, además de odiosa, es injusta. El actor gallego está de actualidad, además, por haber participado en dos películas que adaptan sendas novelas españolas recientes, Intemperie y Ventajas de viajar en tren. Más allá de valoraciones sobre su habilidad para traducir el texto a imágenes, las dos producciones han dado un nuevo impulso a ambas novelas, consiguiendo que nuevos lectores se acerquen a ellas después de haber visto las películas.
Este fenómeno por el cual un libro vive una segunda vida comercial gracias al cine es cada vez más frecuente, llegando a construir pequeños fenómenos y revitalizando las ventas de algunos autores. Quizás el caso reciente más claro es el de Llámame por tu nombre. La novela de André Aciman llevaba años publicada y, pese a su calidad, no fue hasta que la película se convirtió en un éxito internacional cuando empezó a ser reconocida y amada por miles de nuevos lectores. El poder de atracción del cine es tal que, a veces, la literatura se ve beneficiada por él.
Entre las muchas obras de Philip K. Dick, quizás hoy no destacaría ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? si no hubiese sido porque Ridley Scott se fijó en ella en su día para adaptarla, de manera completamente libre, y crear un mito del celuloide como Blade Runner. Sin alejarnos de la ciencia ficción, Under the skin es un título que ha descubierto a muchos el libro homónimo en el que está inspirado, obra del británico Michael Faber. De la misma forma, Carol era una novela apreciada, pero quizás no la más conocida de Patricia Highsmith, hasta que la adaptación cinematográfica de Todd Haynes le proporcionó un nuevo impulso durante esta década.
Las series de televisión, que ahora rivalizan (cuando no superan) al cine dentro de la inabarcable oferta del mundo del entretenimiento, también han ayudado a crear nuevos lectores. El cuento de la criada, publicada por Margaret Atwood en 1985, era una obra muy difundida, pero el fenómeno que se ha creado a su alrededor después de su adaptación a imágenes ha ayudado a que la novela alcance nuevas cotas de popularidad. Sin llegar a esas cotas de impacto social, Pequeñas mentiras, la novela de Liane Moriarty, se ha beneficiado del éxito de la serie de HBO Big little lies. Por último, otra obra que ha tenido éxito a través de las plataformas de streaming es A ciegas. Gracias a la producción de Netflix, la obra de Josh Malerman ha conseguido un buen número de adeptos.
Libros que han “resucitado” gracias al cine
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Acabé de leer la última página y volví a empezar de nuevo por el principio. Es el único libro (por el momento) con el que me ha pasado. Una historia aparentemente sencilla narrada de un modo absolutamente brillante. La huida de un niño sin nombre a través de un paisaje rural árido e inhóspito. Jesús Carrasco no es un cazador que escribe libros, ni nació en Castilla la Vieja, pero es imposible no acordarse de Delibes al leer Intemperie, una novela que consigue despertar ternura y odio a partes iguales.
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Porque reúne todo lo que me gusta, estilo, sorpresa, agudeza, sentido del humor... en fin, sólo la he leído cinco veces.
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Una novela muy reciente de la que no se puede decir mucho para no destripar las sorpresas. El comienzo: una muchacha joven, algo rara, recorre carreteras solitarias buscando autoestopistas masculinos con buen cuerpo.
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Arrancó muy fuerte desde el inicio y fue una sorpresa
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Porque es el último que leí de Highsmith, y con él me hice mayor y me reconocí sentimentalmente inmaduro, definitivamente inmaduro.
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