Libros que provocan fuego en el cuerpo

El deseo, como tantas otras cosas últimamente, está un tanto mortecino. Las circunstancias y la distancia nos hacen añorar el calor humano, mientras que, en algunas ocasiones, necesitamos buscar a fondo dentro de nosotros mismos para descubrir que sí, que sigue existiendo algo de pasión ahí escondida. En ocasiones como esta, la literatura nos puede ayudar a recobrar esas sensaciones. Si eres de los que ha olvidado ya qué se sentía cuando el calor invadía todo tu cuerpo, hoy te proponemos una serie de libros que harán que vuelvas a sentirte un poco más vivo.
La adolescente protagonista de Zonas húmedas no solo es precoz en cuestiones sexuales, sino que está muy segura de sus convicciones y no siente atisbo de la vergüenza que sientes muchos adultos de su entorno al tratar estas cuestiones. Una obra con la que Charlotte Roche desafía a los tabúes alrededor del cuerpo femenino que luego continuaría con las relaciones de pareja en Furores íntimos. Esa visión contemporánea y desprejuiciada del sexo también podemos encontrarla en Libres, la última entrega de la trilogía de Noemí Casquet que se adentra en las fantasías de un grupo formado por tres amigas.
Antes que estas autoras, otras mujeres también exploraron sin miedo su sexualidad, ofreciéndonos obras que desafiaban a la mojigatería de su tiempo y ayudaban un poco más a visibilizar el placer femenino. Un claro ejemplo es La vida sexual de Catherine M, en el que Catherine Millet repasa su vida sexual con completa sinceridad y desnudez. Antes de ella, una mujer anónima nos dejó en una serie de cartas destinadas a su amante, un hombre casado, un testimonio del deseo y el placer femenino insólito para su época, la década de 1920, que fueron recogidas en el libro La pasión de Mademoiselle S. Y en Delta de venus, Anaïs Nin, una autora que siempre exploró la naturaleza del deseo, nos ofrece varios relatos en los que se muestra la pasión mezclada con otro tipo de sentimientos como la amistad o la búsqueda de la belleza.
Entre los escritores hombres que han explorado el deseo más carnal, hoy nos detendremos en tres. Historia del ojo está considerado como uno de los textos clave del erotismo, además de una gran obra encuadrada dentro del surrealismo. Vladimir Nabokov exploró la obsesión malsana en Lolita, pero en Ada o el ardor también se adentró en la celebración del erotismo visto desde la distancia del tiempo. Una perspectiva similar a la que adopta Junichiro Tanizaki en Diario de un viejo loco, retrato de la pasión de un hombre que sabe que le queda poco tiempo de vida.
Por último, no solo la novela es capaz de despertar la pasión más visceral. Muchos han sido los poetas que se han atrevido a celebrar el placer, desde Safo a Cavafis. De la primera, elegimos No creo poder tocar el cielo con las manos, recopilación de los escasos poemas suyos que han llegado hasta nuestra época, mientras que del segundo seleccionamos Recuerda, cuerpo.
Libros que provocan fuego en el cuerpo
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Esta mujer deslumbrante que confiesa su adicción al sexo tiene un parentesco lejano con Irene. Aunque algunas veces se convierte en repetitivo, el libro es muy interesante y está además basado en una historia real, la vida de la propia Catherine Millet.
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Me impresionó mucho. Es tan complicado lo que hacía ese hombre. Yo creo que era un perverso polimorfo, que diría Freud, pero ese es el desafío. Te colaba cosas por las que a cualquiera le crucificarían, y lo hacía de buen grado. Solo a través de arte del bueno lograba hacer una obra maestra de algo que era impensable. Es una historia de un incesto, y dices: '¿Y esto ahora cómo se hace?'. Es fascinante.
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