Libros que son un regalo para la mente, por Eva Hache

Los tebeos, especialmente de Mortadelo y Ásterix, contribuyeron a que el hábito de la lectura fraguase en Eva Hache desde cría. La actriz, presentadora, humorista y cantante segoviana cuenta que la novela es su género preferido y que desde pequeña tuvo a mano una surtida biblioteca de la que tirar. “En casa de mis padres siempre hubo, y hay, muchos libros. De todo. Yo elegía al tuntún y leía mucho”, recuerda, antes de entrar en detalles que establecen relación entre ciertas lecturas de juventud y su risueña vocación. “Estaban las obras completas de Álvaro de Laiglesia y de Jardiel Poncela, también algo de José Luis Coll y es probable que esto tenga que ver con mi oficio actual, con mi amor por la palabra y el surrealismo. Sigo leyendo mucho pero no sé si influye o no en mi profesión, más allá del gusto por la riqueza del vocabulario que siempre intento usar en mis imaginaciones”.
Prefiere leer “sin interrupciones”, a poder ser “del tirón” y aprovecha la playa y el verano para saciar su avidez. Además, mantiene abierto el receptor de recomendaciones en la medida de lo posible, porque nunca se sabe: “Lo mismo me da que me recomiende un librero, una amiga, un post de alguien, un programa de radio o editoriales como Blackie Books o Planeta, que tienen a bien enviarme libros a casa, lo que yo considero uno de los mejores regalos que se me pueden hacer”.
La televisión es el medio en que ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional. Presentó el show nocturno Noche Hache, fue anfitriona de El Club de la Comedia durante cuatro temporadas y jurado en Got Talent tres años consecutivos. En la actualidad, presenta el programa de viajes La Paisana y sigue haciendo conciertos con Vintache, su grupo de pop electrónico. El próximo será este jueves 28 de noviembre en el Café Berlín de Madrid. “Ahora mismito trabajo en rehabilitarme la rodilla derecha, que me la he cascado tontamente. Una pena, pero eso me da mucho tiempo para leer. No hay mal que por bien no venga, amigas”.
Libros que son un regalo para la mente, por Eva Hache
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Uno de los libros que más me ha impresionado últimamente. El amor y la culpa impregnan la voz de una mala hija que evoca a su mala madre. Un ejercicio de honestidad feroz, una emoción absoluta.
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De vez en cuando llega una artista que nos tapa la boca a todos, nos pone firmes y nos hace darnos cuenta de que nos hemos estado durmiendo en los laureles demasiado tiempo. Mariana Enríquez es esa artista y Las cosas que perdimos en el fuego es el ejemplo perfecto de género fantástico que te cala por dentro y que te llevas contigo mucho tiempo después de cerrar el libro. Si no te gusta, es que no tiene alma, o quizá te la haya robado alguna de las cosas que se arrastran por estas páginas.
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Este libro deberían leerlo todos los hombres y mujeres y se debería leer en los institutos y facultades. Entender cómo por más que peleemos seguimos en una sociedad desigual y cómo intentar paliar eso es fundamental para ser seres cívicos.
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Acabé de leer la última página y volví a empezar de nuevo por el principio. Es el único libro (por el momento) con el que me ha pasado. Una historia aparentemente sencilla narrada de un modo absolutamente brillante. La huida de un niño sin nombre a través de un paisaje rural árido e inhóspito. Jesús Carrasco no es un cazador que escribe libros, ni nació en Castilla la Vieja, pero es imposible no acordarse de Delibes al leer Intemperie, una novela que consigue despertar ternura y odio a partes iguales.
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La muerte de su madre confía la crianza de sus gemelos a una abuela cruel, que hará de ellos hombres despiadados. Imprescindible.
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Tenía pendiente leerla y, cuando lo he hecho, he acertado. Cara de Pan, la última novela de Sara Mesa, es una obra que con solo dos personajes y un escenario, un rincón de parque que el lector se imagina de 2 metros cuadrados, produce desasosiego e inquietud a quien lee. Y tiene mérito, lectores, que una obra basada en las escenas diarias de un viejo y una niña permanezcan en tu mente mucho después de cerrar el libro.Tiene todo el mérito narrativo, me has enganchado, Sara, me has conmovido, me has convencido, y lo más importante, me has hecho dudar de mis propios pensamientos. Porque yo misma he prejuzgado, justo eso que denuncias en tu libro, Sara, y he sufrido antes de tiempo. Sara Mesa nos relata la realidad condensada en pocas páginas, sintetizando al máximo una trama que llega a doler. Como las grandes obras. Menos es más. Y Cara de pan es mucho más. Narrada desde la sencillez es el lector quien debe profundizar. La autora lo pone fácil pincelando hechos, palabras, gestos, escenas...En marzo, debemos leer y pensar Cara de Pan, de Sara Mesa.
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Me encanta Sempé como ilustrador, pero en este libro también es escritor. Se supone que es para niños, pero también para grandes. Precioso.
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