Estanterías

Libros que te acompañan con su voz, recomendados por Raquel Taranilla

Librotea España / 23.04.2020 06:00:32

Una de las sorpresas literarias de 2020, cuando todavía parecía un año normal, llegó con el Premio Boblioteca Breve. Noche y océano, una historia que el jurado calificaba como "rebosante de humor inteligente y enorme energía expresiva”, se hacía con el galardón, después de que su autora, Raquel Taranilla, apenas hubiese recibido respuestas de las distintas editoriales a las que envió el manuscrito. De esta manera, su segunda novela descubría ante el gran público un estilo personal que nació, como ella misma nos cuenta, de la frustración provocada por la vida académica.

“Escribir este libro ha sido un proceso muy, muy largo”, nos cuenta a través del teléfono. Gran parte de ese esfuerzo ha consistido en dar forma a Bea, la voz que sustenta el relato de una profesora universitaria, como ella, frustrada por las obligaciones de su profesión y su encuentro con Quirós, un cineasta underground obsesionado con la figura del gran director F. W. Murnau. “Esa fuerza y esa rabia que es el núcleo de Bea, ese dolor profundo, es algo que tenía muy claro desde el principio, es una construcción mucho más intuitiva de lo que puede parecer. Puede parecer desde fuera un artefacto muy intelectual, pero no lo es para nada. Bea es como el moho, como una mala hierba. Cuando estaba en mi vida de no escritora, con otro tipod e textos, la voz de Bea emergía. Es mucho más poderosa que yo. Es una alternativa a la voz de la conciencia, que es la voz de la perdición. Casi como un Mefisto en mi vida”, explica.

La protagonista de Noche y océano tiene, por tanto, mucho en común con la autora. “Escribo mucha prosa académica y me mata la alegría, me mata la creatividad, hago cosas que solo voy a leer yo y no sirven para nada, pero es mi obligación. Tenía ganas de reírme de ello. Todo el libro es una broma privada hacia mí misma, una broma que pretende reírse de todas esas aspiraciones intelectuales que había tenido y había idealizado”, admite Taranilla. “Tenía que ser una novela lúdica porque lo que quería era quitarle hierro a la situación y reírme de mí misma. Por otro lado, a mí la literatura que me engancha y me gusta de verdad es la literatura que me hace reír. La intensidad y el lloriqueo me aburren soberanamente. No quería ponerme intensa porque, realmente, los dramas en el mundo no son los míos. La situación de Bea igual que la mía es jodida por muchas cosas, pero es una jodienda de primera división. No me voy a poner pesada con mis dramas porque me da vergüenza”, añade.

Frente a esa Bea que se encierra en si misma y su frustración, Quirós es el contrapunto, no exento de crítica, del artista intelectual. “Es el detonante de la novela, el objeto de deseo”, afirma la autora. “Mantiene una relación con el mundo, con la cultura, que Bea envidia porque ha estado incapacitada para esa relación inmediata y fresca con la vida. Bea le envidia eso. Y toda la acción se precipita por eso. La novela empieza con la voluntad de Bea de aislarse y toda la novela es una pregunta sobre si la llegada de Quirós fue para ella una bendición o justamente lo contrario”. “Por otro lado”, añade, “con el personaje de Quirós tengo una sensación particular. Le dejé leer la novela a muy pocas personas, y casi todos ellos hombres, y todos me decían que la interesante era Bea, que Quirós estaba vacío, y me pregunto si Quirós hubiese sido mujer y Bea un hombre se vería así. A lo mejor es que no estamos acostumbrados a esa relación jerárquicamente distinto. Entonces pensé que estaba haciéndolo bien”.

El premio Biblioteca Breve no va a conseguir, al menos de momento, que Taranilla escapa del mundo académico, pero abre una puerta importante. “Sin duda, me garantiza que voy a poder seguir publicando”, admite. Mientras esperaos sus siguientes obras, desgrana para nosotros aquellos libros que tenía pegados a ella mientras escribía Noche y océano.