Libros que te dan la vuelta a la cabeza, por Daniel Grao

La ficción televisiva tendrá pronto a un nuevo “profesor”. HIT, la gran apuesta de esta temporada de TVE, es una serie sobre un instituto y sus alumnos adolescentes, pero vista desde una perspectiva mucho más cruda de lo habitual, en gran parte gracias a su protagonista. Daniel Grao da vida a Hugo Ibarra Toledo, HIT, un profesor con métodos poco ortodoxos que llega a un centro en el que una serie de alumnos se ven envueltos en problema muy actuales como el bullying, las drogas o el vandalismo.
“Mi personaje es provocador, va contracorriente, a poner en duda todo, hasta el propio sistema educativo y social”, explica Grao a Librotea. “La baza de la serie, lo que a mí me interesó, es que corre muchos riesgos. El contexto es juvenil, pero se centra en nueve alumnos muy problemáticos, que casi provocan el cierre del centro, por lo que aborda temas que están a la orden del día, y que se abordan de forma valiente, sin pelos en la lengua”. Su personaje “se convierte casi en un terapeuta de los chicos, porque asume que cuando existen este tipo de comportamientos detrás hay un dolor grande. Y él tampoco está libre, tiene sus propias problemáticas familiares”.
Cuenta Grao que su temor al conocer el proyecto era “saber si estos temas se iban a tratar en profundidad”. “La grata sorpresa que me he llevado es que se bucea ampliamente en ellos, sin ser moralista ni decir qué es lo correcto o la solución, pero reflexionando sobre estas situaciones. Me parece una serie muy honesta, no tiene nada de frívolo”, asegura. “HIT a veces adopta una pose provocadora, pero lo hace para observar cómo reaccionan los alumnos, o sus propios padres cuando cuestione ciertos comportamientos de esas familias. Él viene a remover todo eso, ponerlo en duda, porque ya no se trata de aprobar una asignatura o no. Cuando hay bullying, problemas de bulimia, drogas o violencia es porque hay problemas profundos”.
Precisamente en el instituto fue cuando Daniel Grao entró en contacto con la interpretación, años antes de desarrollar su carrera en el teatro y el cine. “No tuve una adolescencia muy fácil, tenía mucha timidez, y por eso quizás acabé siendo actor, por irme al otro lado”, recuerda. “La llamada de la actuación llegó de la mano de un profesor de literatura con el que sigo en contacto, y que tiene algo de HIT. Era políticamente incorrecto y tenía un grupo de teatro. Un día me invitó a participar porque le propuse en una clase analizar la Nana del caballo grande, de Lorca, cantada por Camarón. Me miró cómo pensando '¿de dónde sales tú?' y me dijo que me pasase por una de sus reuniones. Ese fue mi primer contacto con la interpretación”.
De forma paralela, de esa época también le viene su amor por la literatura, que se ha ido alimentando con los años. Estos son algunos de sus libros favoritos.
Libros que te dan la vuelta a la cabeza, por Daniel Grao
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He dejado para el final este poemario, que tiene una presencia capital en 'Trilogía de la guerra'. Mi relación con este libro siempre había sido conflictiva hasta que lo interpreté como una colección de versos que me sugieren caminatas, pérdidas y derivas por la ciudad de Nueva York. Como por ejemplo la idea de que Lorca, en el poema 'La Aurora', si en vez de escribir “Cuatro columnas de cieno” hubiera escrito “Dos columnas de cieno”, hubiera predicho justamente el 11-S.
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Este libro también me rompió los esquemas. Es su camino vital con partes ficcionadas, él dice que no inventa nada pero que les cambia la dirección. Es muy analítico y mental, separa la paja del grano, por ejemplo con sus contactos con chamanes. Eso me abre las puertas a algo más terapéutico, y a pensar que podemos reprogramar cosas en el inconsciente que cambien nuestra realidad.
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Es el último libro que me he leído y que me ha gustado. Me parece de una belleza que conmueve. Hacía mucho que no leía novela, cuando estoy trabajando me tiro más a otros géneros y leo más cosas de no ficción.
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Me hizo llorar, algo que me parece más complicado conseguir con la literatura que con el cine. Me emocionó mucho. Trata mucho el secreto familiar, la vergüenza, pero hay también un viaje de cómo desde algo doloroso se puede inspirar ternura.
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Es mucho más desconocido, es poesía muy visceral y dolorosa, pero al mismo tiempo también analítico de un momento que vive la autora. 37,6 es la barrera de la fiebre, que es muy importante en lo que ella cuenta. Cuando de una experiencia dolorosa se consigue algo bello a mí me llega, porque creo que la vida va un poco de eso.
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