Libros recientes que no serán olvidados, por Fernando Trueba

Cuando Fernando Trueba recibió la propuesta de llevar a la pantalla El olvido que seremos, su primera respuesta fue que esa era un tarea imposible. “Les dije que estaban locos, que esa novela no se podía adaptar al cine”, recuerda el realizador madrileño en conversación telefónica. Y no precisamente porque Trueba no fuese un admirador de la novela, sino más bien al contrario. “Es un libro que me gustaba muchísimo, y que había regalado y comprado en varios idiomas”, Explica. “Si llegaba a Nueva York, a Miami o a París y veía que había salido publicado allí compraba dos o tres ejemplares para regalarlo a mis amigos de esa ciudad. Siempre a gente muy querida, porque es un libro especial”.

En esta obra, se narra la biografía del padre del autor Héctor Abad Gómez, defensor de los derechos humanos en Colombia y el gran referente para su familia y su hijo. Es profundamente conmovedor, tierno, doloroso y bello. Fué un libro que me impactó mucho y en el que se muestra el valor y la unión que empujan a muchas familias en su lucha diaria
El problema para adaptar la obra en la que Héctor Abad Faciolince reconstruye la vida de su padre, Héctor Abad Gómez, y su defensa de los derechos humanos hasta su asesinato en la ciudad de Medellín era, por un lado, condensar toda esa experiencia en una película. “En el libro van pasando 25 años, mes a mes, y en cine eso no se puede hacer”, explica el realizador, que finalmente decidió localizar la acción del filme en dos espacios de tiempo concretos. Por otro lado, la responsabilidad de “adaptar un libro tan bueno y que le ha tocado tanto el corazón a la gente”.
Para esa tarea, cuenta, la pidieron "un escritor de confianza, y dije que tenía uno, pero que es un tipo tan ocupado que es imposible pillarlo”. Aún así, Fernando decidió proponérselo a su hermano David, y los astros se aliaron para que fuese posible. “Le cogí por un milagro, porque acababa de terminar un libro y mezclar una peli. Era la única persona en la que confiaba para adaptar ese libro, y ha hecho una adaptación que a mí me parece un modelo de trabajo”.
Una vez solventada la tarea de adaptación, llegó otra decisión fundamental: ¿Quién debía interpretar a Héctor Abad padre?. “Héctor Abad Faciolince lo tenía claro desde el principio, porque Javier Cámara le recordaba mucho a él”, explica Trueba. “Yo me decía mí mismo que qué pena que no fuese colombiano. Empezamos a ver actores, pero llegó un momento en el que nos dimos cuenta de que tenía que ser él”. La tarea no era fácil. “Era un señor de Medellín que se supone que tiene que hablar con el acento paisa, pero no es como hablaba este señor”, detalla el director. “Era un señor viajado, muy culto, había vivido en Nueva York, hablaba idiomas... No había que hacer de colombiano, había que hacer de Hector Abad Gómez”.
El resultado de la actuación de Cámara es, según el propio Trueba, “espectacular”. “Me quito el sombrero, y se lo quita hasta la familia. Hasta la viuda decía que le daban ganas de preguntarle cosas. Hector me decía que ya se le confundía en la cabeza con su padre. Creo que eso es lo más grande que se le puede decir a un actor”. Él hace justicia frente a la cámara a una de esas personalidades que se escapan de los límites de una sola vida. “Héctor Abad fue un pionero de la salud pública, no solo en Medellín sino en toda latinoamerica. Es una persona felicitada por la OMS, tiene una importancia enorme”, recuerda Trueba.
Los acontecimientos, además, han hecho que su esfuerzo por llevar la sanidad a toda la población colombiana estén hoy más que nunca de actualidad. “La película se ha convertido por casualidad y por desgracia en muy oportuna”, admite Trueba. “Ya lo era de una manera más abstracta, pero no podíamos prever que fuese a tratar algo que nos afecta ahora de una manera tan directa”.
De momento, la situación actual ha provocado que el estreno de El olvido que seremos tenga que posponerse, desde la fecha inicial de septiembre, a probablemente marzo del año que viene. “Ojalá que para entonces siga yendo mucha gente a los cines, pero probablemente va a haber un antes y un después, y seguramente haya cines que no superen esta crisis”, lamenta el director. Hasta que llegue su nueva película, Trueba pasa revista a algunas de sus lecturas recientes.
Libros recientes que no serán olvidados, por Fernando Trueba
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Uno de los libros más inteligentes, y bellamente escritos del siglo XXI. Clásico y moderno. Heredero de Fitzgerald, y Henry James. Quien diga que la novela ha muerto es que él está muerto.
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Es el último libro que he leído, dado que he oído lo mucho que está triunfando. Es maravilloso, precioso y puro. Me dan ganas de encontrar a una persona con quien tener una relación de amistad/amor como la de los protagonistas, tan incondicional y especial. Amor puro con sus evidentes desencuentros.
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Una novela coral grandiosa, sobre la amistad y el paso del tiempo. Apasionada y compleja. Al lado de las novelas de Iris Murdoch las demás parecen superficiales. Está entre las mejores de ella, junto a “La campana” y “El mar, el mar”.
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Me ha gustado mucho su estilo, su clima, su misterio. El personaje femenino central te agarra desde las primeras páginas y no te separas de ella ni por un segundo.
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Me costó al principio. Tanto yoga y tanto yo... Pero el tipo es tan bueno que te acaba llevando donde quiere y te cuenta una depresión con minuciosidad, inteligencia y compasión. Y lo que empieza como un paseo por el interior acaba siendo también una mirada al exterior, a los demás, a la vida, a lo único que puede salvarnos de nosotros mismos.
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