Los libros fundamentales de Gallo Nero

La editora Donatella Ianuzzi, fundadora de Gallo Nero, destaca entre los libros que más le ha gustado publicar libros muy eclécticos, que abordan desde la realidad del  periodismo y la crónica deportiva a los mundos distópicos.Así, entre ellos, se queda con Sobre el periodismo, de Pulitzer, porque “el propósito al publicarlo fue reivindicar este oficio como un ejercicio de responsabilidad pública”. También señala otros clásicos como Manual de Saint Germain de Prés, de Boris Vian, “un paseo nostálgico y una guía literaria en la que incluimos un mapa dibujado con las calles y los lugares favoritos de uno de los más ecléticos protagonistas de la vida parisina”, y El giro de Italia, de Dino Buzzati, “una crónica deportiva de autor, un Buzzati inédito componiendo el retrato de un país todavía conmocionado por la Segunda Guerra Mundial y ofreciendo una muestra impecable de periodismo literario”.Un paseo nostálgico con nutridas partes de autobiografía es Los últimos días, de Raymond Queneau, en el que aparecen “las escenas de las cafeterías de París que huelen a humo y a juventud, las vidas que se cruzan en la calle… Es una novela deliciosa”. Visos de una realidad que conoció bien Pasolini se encuentra en Nebulosa, “un guion rescatado del olvido, un texto totalmente pasoliniano: la juventud sin rumbo, la violencia gratuita, la ciudad como monstruo de cemento. Lo leí del tirón y me encantó”.El salto a la ciencia-ficción lo dio la editora con Kallocaina, de Karin Boye, un libro de que, según cuenta, es “una de las pocas incursiones de una mujer, sueca y poetisa, en un género, el distópico, tradicionalmente masculino. Supuso un antes y un después para  nuestra colección de narrativa ya que representa todo el espíritu del siglo XX que es finalmente el que impregna todo nuestro catálogo”.Como también supuso un punto de inflexión El hombre sin talento, su libro más vendido hasta la fecha “ y el que más he deseado.  Tardé cuatro años en localizar los derechos. Una autobiografía en forma de manga, una historia triste ambientada en una Tokio en plena transformación. Es la obra más poética que haya publicado jamás”.Por último se queda con un compatriota, Leonardo Sciascia y Una comedia siciliana. “He aquí uno de los autores a los que más quiero y respeto, claro ejemplo de literatura comprometida. No hay nada que no sea político en Sciascia y estos relatos son una muestra más de su idea acerca del fracaso de la justicia y del sistema democrático”, remacha.