Estanterías
Los libros más cursis de la historia
Una subida de azúcar en sangre a través de las páginas.

Algunos sienten auténtica adicción por los libros de amor. Esas historias que no son perfectas pero que están dominadas por las grandes pasiones y los grandes gestos causan un efecto imán en millones de lectores. Hay quien habla de novelas cursis o empalagosas, pero aquí va una selección de títulos (de clásicos a libros de publicación reciente) con los que soltar alguna lágrima y, para qué mentir, registrar una subida de azúcar en sangre. Nicholas Sparks se ha convertido en un maestro del género y una de las obras más celebradas por sus millones de fieles es El cuaderno de Noah, cuya adaptación cinematográfica le dio el espaldarazo definitivo. Hablando de fenómenos románticos espoleados por el séptimo arte es imposible no mencionar a las novelas de Federico Moccia, su Tres metros sobre el cielo marcó a toda una generación. Otros títulos que se han ganado un puesto destacado en esta estantería son A todos los chicos de los que me enamoré, de Jenny Hann, o Bajo la misma estrella, de John Green. Laura Kinsale convirtió en bestseller la historia de Flores en la tormenta. La novela romántica no es un fenómeno reciente, no obstante el amor es uno de los sentimientos en torno a la que gira la historia de la literatura. Una pulsión que alimentó la imaginación de Laura Esquivel, autora de la inolvidable Como agua para chocolate. Otro título inmortal es Lo que el viento se llevó, un libro de Margaret Mitchell, que muchos asemejan con la imagen de Clark Gable y Vivien Leigh. Aunque si hay una (trágica) historia de amor que se impone por encima de todas las demás es la de Romeo y Julieta. Los jóvenes amantes de Shakespeare, dispuestos a morir por su enamorado, son la máxima expresión de ese sentimiento que lo invade todo. ¿Es cursi dejarse arrastrar por ello?
Los libros más cursis de la historia
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Belleza y sensualidad puesto en relato. Muy original la parte de relacionar guión y comida.
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Los personajes femeninos de Shakespeare son los más pobres, en el sentido que casi toda su obra está basada en personajes masculinos, pero también mostraba la situación de la mujer. Creo que su único personaje femenino libre es Julieta, que a mí es la que me apasionó, y lo hice en la escuela de interpretación. Luego con el tiempo hice Ofelia, y luego te das cuenta de que es un personaje que acaba como acaba porque quiere ser y no puede.
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