Los libros que tienes que leer en noviembre
Una lista de títulos para leer durante los próximos treinta días

Acaba de arrancar un nuevo mes, momento de hacerse con nuevas lecturas con las que sobreponerse a la bajada de temperaturas y al cambio de hora, libros con los que atrincherarse en casa. En Librotea hemos confeccionado una lista de títulos para leer durante los próximos treinta días, seis apuestas que no te decepcionarán.“Se llamaba Beatriz Tussaud y no se casó con el amor de su vida”, es la frase con la que Mikel Alvira abre El color de las mareas. Una novela que narra una historia de amor, pero también desvela secretos de familia y pasiones inconfesables insuflando al relato el pulso propio de un thriller. Mudar de piel supone el regreso de Marcos Giralt Torrente a la estantería de novedades. Tras varios años de silencio el escritor vuelve con un libro de relatos que habla de relaciones humanas, de la vida cotidiana, de la familia. Otro regreso muy celebrado es el de la argentina Samanta Schweblin, Kentukis es una novela que pone la lupa sobre las complejas relaciones entre seres humanos y nuevas tecnologías.Anagrama recupera Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos, el ensayo biográfico que Emmanuel Carrère dedicó hace un cuarto de siglo a uno de los maestros de la ciencia ficción, el peculiar Philip K. Dick. La australiana Helen Garner cuenta en las páginas de La casa de los lamentos el largo juicio que se siguió contra Robert Farquharson, acusado de asesinar a sus tres hijos de diez, siete y dos años. Un caso real que conmocionó a la sociedad australiana. Monstruas y centauras es el último libro de Marta Sanz. La escritora publica un breve ensayo en el que reflexiona sobre la salud del movimiento feminista y hacia dónde va. Un libro de no ficción que ahonda en muchas de las ideas que la Marta Sanz novelista ha ido sembrando en sus obras de ficción.
Los libros que tienes que leer en noviembre
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Día del padre de 2005. Robert Farquharson, recientemente separado, ha pasado la jornada con sus tres hijos de diez, siete y dos años, pero ya es hora de que los menores regresen con su madre. La ex mujer de Farquharson, que tiene nueva pareja, los espera en casa. Los niños nunca regresan a casa. Robert asegura que un ataque de tos le ha hecho perder el control del coche en el que viajaban los cuatro, el vehículo se ha hundido en una balsa y él ha salido por su propio pie, pero los críos han muerto ahogados. Desde el primer momento la duda se cierne sobre el padre, sobre si en realidad todo ha sido un accidente o si ha decidido vengarse de su ex mujer cegado por los celos.La casa de los lamentos es el libro que la periodista Helen Garner escribió de este caso real que conmocionó a la sociedad australiana. La reportera asiste a las tediosas sesiones del juicio y va describiendo hechos y declaraciones sin adjetivar. Sin tomar partido. Una observadora imparcial que parece pariente lejana de Janet Malcolm.
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Marta Sanz reflexiona sobre el feminismo y hace reflexionar. La escritora parte del movimiento Me Too, de la sentencia de La Manada, de la carta de un grupo de intelectuales francesas, de la huelga feminista del 8 de marzo… Parte de todos esos acontecimientos, rastrea artículos y titulares de prensa para poner al feminismo y a sí misma frente al espejo. Sanz abre puertas incómodas, aborda la necesidad de moldear el lenguaje para hacerlo más inclusivo, enfrenta sus propias contradicciones, reconoce sus prejuicios y trata de combatirlos:"Os necesito tanto, hermanas mías. Tanto, tanto. Me arrepiento tanto de mis maldades y de la mezquindad de mis críticas. De mi apisonadora falta de lucidez. De este carácter quisquilloso que atenta contra el sentido de la sororidad, por culpa de mi arcaica conciencia de Barrio Sésamo: arriba y abajo, izquierda y derecha, delante y detrás”.Por las páginas de Monstruas y centauras pasan Beyonce y Aitana de Operación Triunfo, pero también la propia Sanz y las experiencias vividas por la madre de una amiga. El libro es un grito y una llamada a la acción. Un recordatorio de que el feminismo debe articularse de forma global.
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Abres un libro y de repente, tienes dos, mejor dicho... cinco. Eso me he encontrado al adentrarme en Las mareas, un libro, no, dos, no, cinco.Novela, Las mareas, que se llama, se titula, es “El color de las mareas” de Mikel Alvira. Novela a la que yo llamo desde el principio “Las mareas”. Y le llamo las mareas, porque este libro es eso, son mareas. Por eso y porque me gusta adueñarme de los libros que me emocionan. Son mareas por estar la obra llena de cambios constantes que se producen por la fuerza de atracción. Es pleamar y bajamar. Es viento y agua fría. Es calor y estabilidad cuando el tiempo lo permite. Es navegar en aguas abiertas sin saber muy bien lo que te vas a encontrar. Es marea pura. Mikel Alvira estructura está novela en 5 libros ordenados por fechas. Con tempo los 4 primeros, ad libitum el último. 1898- ad libitum. Y ahí están escondidos los dos libros que esta lectora se encuentra. Uno, el de la trama central, el de Beatriz Tussaud y Marcel Hugarte (tan Fermina y tan Florentino). Una historia de esas que gustan, que deleitan, que regalas. Porque quieres que mamá la lea sabiendo que la va a soñar. Y es que este libro de una vida lo sacan adelante unos personajes que se antojan inolvidables. No solo sus protagonistas, esos no se antojan, se saben inolvidables, sino también todos los que les acompañan. Hay muchas historias dentro de esta historia. La de Beatriz y Marcel, sí, pero también la de Lina y su reivindicación, la de Nuria y Jorge, y la de Matías, y la de Dolores, y la de Joaquín... Son sus personajes los que toman la palabra y la toman con fuerza, adentrando al lector en San Telmo, escenario elegido por Alvira, y en una sociedad que evoluciona despacio, pero sin cejar en su intento de cambiar las cosas. Y poco a poco recorremos España a través del tiempo, cambiamos de siglo y nos modernizamos. Y vivimos una guerra, y volvemos a levantarnos para seguir adelante. Es El color de las mareas una de esas historias que gustan, repito. Y Mikel Alvira es un gran contador de historias. Es ahora donde me pongo cómoda y os hablo de ese segundo libro que este narrador se saca de la manga, de su cabeza o simplemente de su ser. Porque entre esas historia se «cuelan» reflexiones de propio autor sobre la vida, sobre las personas, sobre los actos y los sucesos. Y me tengo que poner cómoda para contarlo como me puse cómoda para leerlos, porque esos «cachitos» me han emocionado. Quizá no es emocionado la palabra que busco. Quizá es algo más que simple emoción. Leo para sentir. Y he sentido. Una marea de sensaciones. De marejada a fuerte marejada. Hace el autor afirmaciones como: “Hay momentos en la vida en las que las convicciones se ponen patas arriba, como esas sillas que se suben sobre las mesas para fregar el suelo. Creemos imputables ciertas convicciones y llega un soplo, una mirada o un gesto y sucumbimos como castillos de naipes." Lápiz en mano vas subrayando, marcando, anotando. Y eso ya dice mucho sobre un escritor que sabe como describir lo cotidiano, que sabe emocionar con palabra escrita, que salta del papel, que te toca, que se queda. Y es que dentro de Las mareas cada capítulo lleva un título para guardar. Para pensar. Para sentir. Ya me conocéis… Si subrayo el libro, reseño. Porque buscar un lápiz es señal de que quiero quedarme para siempre con parte de su contenido. Se llamaba Beatriz Toussaud y no se casó con el amor de su vida. Así arranca la novela que hoy te recomiendo. El color de las Mareas, de Mikel Alvira.
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Alguien como Emmanuel Carrere, atraído de forma natural por los personajes contradictorios e inclasificables, tenía que escribir sobre Philip K. Dick. Visionario, desmesurado y atormentado, en este volumen publicado en 1993 y ahora reeditado, el escritor francés se embarca en una mezcla de biografía y ensayo, en la que ahonda en una mente tan lúcida como oscura. Como siempre en su obra, Carrere parte de un punto, en este caso un autor que le fascina desde la adolescencia, para llegar a otros temas que le obsesionan igualmente. Aquí están todos ellos: el poder y el control, los estados alteras de la conciencia y los recovecos de la mente humana.
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