Los mejores libros para viajar a París

Existen pocas ciudades más literarias que París. Cuna de grandes escritores, también ha sido el destino habitual de autores de todo tipo, atraídos por su aura de ciudad bohemia y libre. En esta época en la que los viajes se terminan (si es que han sido posibles), hoy seleccionamos los mejores libros para viajar a París, al menos con la mente.
Libros clásicos que suceden en París
La historia francesa, centrada en su capital, ha dado obras cumbre de la literatura clásica. El convulso siglo XIX es el escenario en el que Víctor Hugo creó una de sus novelas inmortales, Los miserables, adaptada cientos de veces a otros formatos. En esa misma época, Maupassant reflejó la ambición y el deseo de ascenso social en Bel Ami. En La educación sentimental, Flaubert nos muestra el despertar a la vida y al amor en unos tiempos difíciles. Ya en el siglo XX, la imagen bohemia y nocturna de París quedó encapsulada en París era una fiesta, de Hemingway.

Del mismo modo que a Yo, Claudio la coloco como una de las novelas más completas jamás escritas. Los miserables quizás tenga una dimensión aun mayor en cuanto a trascendencia por la profundidad con la que trata los grandes temas humanos y que hacen que leerla suponga una bofetada sentimental constante y deje un poso eterno. La figura de Jean Valjean fue uno de mis primeros pensamientos como fuente al plantearme escribir sobre el que acabó siendo un perdedor.


Todo lo que toca Flaubert en esta novela lo quema, de manera, además, muy persuasiva.

Escrita cuando su luz ya se apagaba, en el ocaso de una existencia plagada de alcohol y literatura, esta novela narra la vida que Hemingway llevaba en París allá por los años veinte, cuando la capital parisina era un hervidero de artistas. Como toda fiesta, esconde una dosis de alcohol ineludible, que marcará los comportamientos de genios como el propio Hemingway, Fitzgerald, Pound o Joyce.
Libros sobre el París sentimental
El amor, el desamor y la nostalgia son sentimientos que se asocian inmediatamente a París, en parte por un buen número de obras literarias. En el café de la juventud perdida, del Nobel Patrick Modiano, ahonda en la década de los 60 en París, con revolucionarios, intelectuales y una mujer espectral como guía. En Nada se opone a la noche, Delphine De Vigan indaga en los recuerdos de una familia a lo largo de tres décadas. Por su parte, Suite francesa nos lleva a los días anteriores a la ocupación nazi de la ciudad.

A mí Modiano me gusta aunque se repita. Puede parecer un defecto, pero me parece una virtud en su caso. Esa forma de narrar, ese tono de flaneur, esa vuelta constante a las calles de París. Todo de Modiano me gusta. Y esta novela, más. El París de principios de los sesenta y el café Condé como protagonista. Bohemia literaria, universitarios, bla bla bla. Es una novela breve pero muy intensa. Adoramos a Louki sobre todas las cosas

El amor constante de una hija por una madre defectuosa, egoísta y descuidada, que se equivoca sin cesar, pero jamás deja de amarla.

Aunque no es una biografía tiene muchos componentes autobiográficos. Ella fue detenida y murió en Auschwitz. Me gusta mucho su autora, su estilo con humor y sin sentimentalismos consigue retratar estupendamente la condición humana.
Libros sobre la ciudad mítica
París, además de una ciudad, es una sensación. Un concepto, un mito o un arquetipo literario. En La edad de la luz, Whitney Scharer sigue los pasos de la fotógrafa y modelo Lee Miller en los años en los que vivió en París, en la década de los 30. Enrique Vila-Matas, que vivió largo tiempo allí, rinde en París no se acaba nunca una crónica de sus años de joven escritor en busca de una voz.

Un fascinante paseo por el París de los años treinta. Mientras por el horizonte empiezan a asomar los negros nubarrones que vaticinan otra guerra devastadora, una ciudad entera se entrega al placer de vivir: escritores, pintores, músicos, bohemios de toda índole y condición, viven, crean, aman y se entregan a la pasión, como si el mañana no existiera. Su legado en forma de imprescindibles obras de arte y su desenfrenado hedonismo son el irresistible telón de fondo de esta biografía novelada de la fotógrafa Lee Miller. Una mujer atractiva, creativa, inteligente y de carácter, que plasmó con su cámara la esencia de aquellos glamurosos años pero también el horror de los campos de batalla.
