Los otros Sherlock Holmes: los mejores detectives literarios

Hace 135 años se publicaba Estudio en escarlata, la primera aparición de un personaje que iba a marcar todo un género literario. Con Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle logró un personaje complejo y fascinante que instauró un canon: el del investigador brillante, complejo y torturado, que ha influido tanto en el transcurso de la novela de intriga y negra. Hoy repasamos su influencia a través de varios de los mejores detectives literarios.

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Detectives pioneros de la literatura
Si hay un detective que puede acercarse en cuanto a popularidad a Sherlock Holmes, ese es otra creación británica, aunque de nacionalidad belga. Hércules Poirot fue el personaje más célebre de una maestra de la novela negra como Agatha Christie, con una serie de novelas inmortales entre las que hoy nos quedamos con El asesinato de Roger Ackroyd. El otro gran investigador británico no era detective, sino cura. El padre Brown, la genial creación de G. K. Chesterton, descubría crímenes desde su apariencia de ingenuidad absoluta.

Un clásico de la famosa dama del crimen, narrado con sorprendente originalidad. No digo más porque, si no la has leído aún, es mejor que no sepas nada.
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Detectives clásicos europeos
Ya en el continente europeo, hay un nombre clave dentro de la literatura de crímenes. El comisario Maigret, surgido de la mente de Georges Simenon, sigue siendo casi un siglo después de su aparición uno de los referentes del género, con libros como El muerto de Maigret. Más al sur, es imprescindible hablar de Manuel Vázquez Montalbán y su Pepe Carvalho, personaje cuyos casos también han contado la historia reciente de España. De él nos quedamos con Los pájaros de Bangkok.

Heredero de ese espíritu mediterráneo es el comisario Montalbano de Andrea Camilleri, en obras como La forma del agua, y el veneciano Brunetti, creado por Donna Leon, y novelas como Muerte en un país extraño. Más recientemente, el Kostas Jaritos de Petros Markaris ha tomado ese relevo en el sur de Europa.



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Grandes libros de detectives de América
La novela negra estadounidense es, sin duda, otra de las grandes fuentes de personajes detectivescos. Aquí hay que resaltar, por supuesto, al Philip Marlowe de Raymond Chandler, con obras indispensables como El sueño eterno. Pero también queremos resaltar al cubano Mario Conde, creado por Leonardo Padura, con títulos como Pasado perfecto.

Hay muchos libros a los que vuelvo con mucha frecuencia. Por ejemplo, ahora para un curso que estoy preparando me he releído El sueño eterno de Chandler y Asesinato en el comité central de Vázquez Montalbán. Cada vez que los leo me resultan muy, muy agradables.

Es una novela negra que inicia la saga con el policía en La Habana que creó Padura, Mario Conde. Es el comienzo de una serie que muestra la evolución del personaje, de la sociedad cubana, de la vida en los años en los que se desarrolla. Es espectacular.