Ocho personajes cínicos (pero irresistibles)
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Son odiosos, sí, pero también irresistibles. Adictivos. Y, en algunos casos, ya han pasado a la Historia de la Literatura. Personajes cínicos, llenos de nihilismo, a los que darían ganas de escupir a la cara, pero con una fuerza tan poderosa que resulta muy difícil escapar de ellos.Margarite Duras, con su historia personal sobre el amante chino que tuvo cuando sólo tenía 15 años en Indochina, nos mostró a este hombre que se comportaba como un cínico que realmente nunca le entregó sus sentimientos. El libro ganó el Goncourt y fue llevado al cine por Jean Jacques Anaud en 1991.En la novela negra destacan muchos personajes de talante cínico, aunque nos quedamos con Philip Marlowe (también podíamos haber elegido a Sam Spade) en El sueño eterno, de Chandler. De adolescentes de carácter insoportable (algo que se suele curar con la edad), nihilista y cínico rebosa el ya mítico El guardián entre el centeno, de Salinger, con Holden Cauldfield a la cabeza. Menos teen, pero capaz de elevar la ceja del lector es el ensayo (muy bueno, no se lo pierdan), de Caitlin Moran, Cómo ser una chica, en el que a veces la autora echa mano del cinismo (con flema británica) para sazonar el texto con un poco de humor (y no enfado).Melville creó a quien es uno de los personajes más cínicos de la literatura: Bartleby, el que se negó ante los abusos, con lo cual a veces este talante no viene nada mal.Incluimos también en esta selección al sicario de la gran novela de Fernando Vallejo, La virgen de los sicarios, y al publicista de 13,99, de Frederic Beigbeder (de este autor podríamos haber seleccionado varias novelas), qué mejor reflejo de cómo respiraba el mundo capitalista a comienzos del siglo XXI. Antes de que todo saltase por los aires.
Ocho personajes cínicos (pero irresistibles)
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[Lo recomiendo] por la tristeza que esconde la promesa del amor en un fraseo contenido.
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Este libro deberían leerlo todos los hombres y mujeres y se debería leer en los institutos y facultades. Entender cómo por más que peleemos seguimos en una sociedad desigual y cómo intentar paliar eso es fundamental para ser seres cívicos.
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Hay muchos libros a los que vuelvo con mucha frecuencia. Por ejemplo, ahora para un curso que estoy preparando me he releído El sueño eterno de Chandler y Asesinato en el comité central de Vázquez Montalbán. Cada vez que los leo me resultan muy, muy agradables.
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En un escenario de muerte inminente, él decide amar para sentir la plenitud de la vida. La Colombia más terminal bajo el ojo cínico de un burgués maduro que busca lo imposible, la ternura. Una novela que arrastra sin dejarnos respirar.
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Moviéndome entre la novela corta y el cuento, Bartleby el escribiente ha sido importantísima para mí. Yo la recomiendo mucho mis alumnos.
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Una novela con toques autobiográficos sobre el despiadado mundo de la publicidad, cuyos entresijos son bien similares a los de la la tele. Me quedo con esta frase “Ese desprecio, ese odio por el pueblo considerado un ente ambiguo. No toméis a la gente por tonta per nunca olvidéis que lo es. La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo ofrecen”
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Del aprendizaje de la vida y la soledad.
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