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Tres mexicanos piensan en Madrid

Recomendaciones de Emiliano Monge, Guadalupe Nettel y Antonio Ortuño

Tres mexicanos piensan en Madrid
Tres mexicanos piensan en Madrid
España /

Que en México se piensa mucho en Madrid se va a corroborar en los próximos días. Hoy comienza la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) con la capital española como ciudad invitada y a lo largo de estas semanas habrá charlas con escritores madrileños y también mucho debate sobre esta relación tan particular entre México y Madrid.Por este motivo, hemos querido contar con tres autores mexicanos, Emiliano Monge, Guadalupe Nettel y Antonio Ortuño, para que nos hablen de sus libros favoritos sobre la ciudad que acogió a Agustín Lara (y que hoy hasta tiene una plaza en Lavapiés, uno de sus barrios más castizos). Desde libros clásicos a contemporáneos. Todo lo que encierra ese cielo madrileño en unas cuantas páginas.EMILIANO MONGE- Otoño en Madrid hacia 1950, de Juan Benet: “Uno de los autores verdaderamente importantes de nuestra lengua y uno de los responsables de la renovación subterránea que ésta ha enfrentado durante los últimos sesenta años. En Otoño en Madrid hacia 1950, Benet, además de desplegar todas sus herramientas y de radiografiar -en espejo- su ciudad, deconstruye y otorga nuevas formas a un género del que siempre renegó: la autobiografía”.- Cartones de Madrid, de Alfonso Reyes: “Muy probablemente el escritor responsable del vínculo moderno que anuda a las literaturas de América Latina con la literatura española -como decía Borges: Reyes renovó toda la prosa castellana-. En Cartones de Madrid, el mexicano recorre la capital española, a la cual, literalmente, le va robando trozos e instantes que, hoy, persisten sólo en sus descripciones, conversaciones, divagaciones y elucubraciones. El Madrid que alguna vez fue, quedó guardado, como en ningún otro recipiente, en las palabras de este libro”.- La caída de Madrid, de Rafael Chirbes: “Para mí, el autor de esta novela, así como de La buena letra, Los disparos del cazador y La larga marcha, es el último gran escritor que España ha dado al mundo. En La caída de Madrid, novela en las que los personajes se enfrentan a la reconstrucción que supone la muerte de Franco, el escritor valenciano nos vuelve a recordar que el presente -y el futuro- sólo pueden entenderse y modificarse si no renunciamos a discutir y digerir el pasado. Además, como en ninguna otra obra suya, en La caída de Madrid, los lectores nos enfrentamos a las obsesiones temáticas -el poder, las clases sociales, la ilusión, las contradicciones- y estilísticas -el lenguaje, el ritmo, los entrecruzamientos, el tiempo como materia- de Chirbes”.     GUADALUPE NETTEL- Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente: “Hermosa novela de autoficción. Se nota muy bien la transición del franquismo a la democracia tanto en los ámbitos familiares como en los culturales y artísticos”.- Corazón tan blanco, de Javier Marías: “Gran novela psicológica y de intriga. Describe eficazmente  la mentalidad madrileña. A mi juicio, de lo mejor que se ha producido en España en las últimas décadas”.- La caída de Madrid, de Rafael Chirbes: “Una novela coral que retrata con el microscopio en la mano a la sociedad española en el momento previo a la muerte de Franco y nos hace entender los cambios históricos que sucedieron después”. ANTONIO ORTUÑO- La emperatriz de Lavapiés, de Jorge F. Hernández: “Jorge es, creo, el mexicano contemporáneo que más ha escrito sobre Madrid. Esta novela es pura melancolía, pura nostalgia y puro Agustín Lara”.  - Las edades de Lulú, de Almudena Grandes: “La leí a eso de los catorce años, editada como parte de una colección de novelas que se vendían, por cientos, en los puestos de periódicos. Me impresionó, claro, porque era sexualmente más radical que nada que hubiera leído entonces. Me dejó la costumbre de hacer la señal de cuernos con la mano frente a los estadios de los equipos enemigos de los míos, como hace un personaje ante el Bernabeu (en Madrid hice lo mismo ante el mismo estadio)”.- La tourneé de Dios, de Enrique Jardiel Poncela: “Mis abuelos, que se vinieron de Madrid a México luego de la guerra, con todo y mi madre, tenían los libreros repletos de títulos de literatura española. Pocos tan divertidos como este: Dios baja a la Tierra y recorre el Madrid de los años treinta. Hay un momento genial en que el Todopoderoso se rinde ante los rastrillos de afeitar”.

Tres mexicanos piensan en Madrid

  • Otoño en Madrid hacia 1950

    Otoño en Madrid hacia 1950

    Juan Benet

    DEBOLSILLO

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    El libro madrileño de Benet me parece una belleza.

  • La caída de Madrid

    La caída de Madrid

    Rafael Chirbes

    Editorial Anagrama

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    Es una minuciosa y hermosa historia de la parte de la generación de nuestros padres que puso el cuerpo para ganar las libertades.

  • Tiempo de vida

    Tiempo de vida

    Marcos Giralt Torrente

    Editorial Anagrama

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    Hermosa novela de autoficción. Se nota muy bien la transición del franquismo a la democracia tanto en los ámbitos familiares como en los culturales y artísticos.

  • Corazón tan blanco

    Corazón tan blanco

    Javier Marías

    ALFAGUARA

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    Recuerdo pensar: “Esto era”. Yo no quiero saber nada, pero no porque sea peligroso, sino porque he encontrado en la ausencia de curiosidad una paz extrañísima que me conduce invariablemente al desastre, el éxito o la depresión.

  • La Emperatriz de Lavapiés (Mapa de las lenguas)

    La Emperatriz de Lavapiés (Mapa de las lenguas)

    Jorge F. Hernández

    ALFAGUARA

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    Jorge es, creo, el mexicano contemporáneo que más ha escrito sobre Madrid. Esta novela es pura melancolía, pura nostalgia y puro Agustín Lara.

  • Las edades de Lulú

    Las edades de Lulú

    Almudena Grandes

    Maxi-Tusquets

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    La leí a eso de los catorce años, editada como parte de una colección de novelas que se vendían, por cientos, en los puestos de periódicos. Me impresionó, claro, porque era sexualmente más radical que nada que hubiera leído entonces. Me dejó la costumbre de hacer la señal de cuernos con la mano frente a los estadios de los equipos enemigos de los míos, como hace un personaje ante el Bernabeu (en Madrid hice lo mismo ante el mismo estadio).

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