Rodrigo Cortés

Rodrigo Cortés quiso ser pintor, escritor y músico; hoy lo hace todo a la vez al dedicarse al cine. Ha trabajado con actores de la talla de Robert de Niro, Sigourney Weaver, Ryan Reynolds o Uma Thurman. Como escritor, publica a finales de 2013 A las 3 son las 2, colección de antiaforismos, delirios y bombas de mano, y, un año más tarde, Sí importa el modo en que un hombre se hunde, su primera novela. En 2016 aparece su nuevolibro de breverías, Dormir es de patos, y en 2021 publica Los años extraordinarios, su segunda novela. Firma para ABC la sección Verbolario (diccionario satírico que inspira su nuevo libro) y escribe de forma habitual en su tercera página. Habla de cine, literatura y música en Aquí hay dragones y Todopoderosos, los dos podcasts más escuchados del momento. Verbolario es su quinto libro.
Los libros de Rodrigo Cortés
Lo que opina Rodrigo Cortés
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Un escritor súper dotado, un escritor sensacional, poco leído ahora, poco reeditado, aunque tuvo mucho prestigio y predicamento en su momento. Autor de El mago, por ejemplo, de El coleccionista. Pero en este libro de relatos hay una especie de acceso a una revisitación de temas y tropos tratados en su obra desde ángulos distintos y es enormemente disfrutable.
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Muy a menudo menciono, porque me resulta casi inevitable, El mar, el mar, de Iris Murdoch. Una novela muy difícil de definir, que es casi una historia de fantasmas o una trama semidetectivesca, una novela sobre el azar o sobre la relación de personajes ingleses pretendidamente cultos pero profundamente fatuos, en la que finalmente hay la intromisión de un mundo que no parecía planteado en la novela y que cambia las reglas de todo. Es una experiencia fascinante y seguramente una de las experiencias lectoras más fascinantes que he vivido nunca como lector.
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Cualquier buena colección de relatos de Kafka. Páginas de espuma, acabo de hacer una de cuentos completos recientemente, por mencionar una. Hay más y se me hace complicado presentar a Kafka y decir algo que no se haya dicho ya de él en forma de angustia y de peso vital. Pero se presta poco atención a la ironía que hay en Kafka, a esa forma de poner el mundo patas arriba desde una resignación que, analizada desde el punto de vista adecuado, es casi divertida y que nuevamente transita mundos a veces semifantásticos, que no son los que corresponden a la realidad en teoría pero sí a las verdades de la realidad que se enuncian de una forma muy poderosa.
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Cunqueiro tiene esa prosa exquisita con subordinadas a veces aparentemente interminables, pero cargadas de poesía disfrutable, paladeables. Y con esa magia y esa poesía tan gallega que se aterriza mucho en el suelo y que hace que sea perfectamente posible en cualquier lugar. Pienso en Cunqueiro, como puedo pensar en Wenceslao o en Valle u otros gallegos que por alguna razón acceden a la magia de esa forma tan simple.
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Recomiendo muchas veces El mar, el mar de Iris Murdoch. Hoy voy a recomendar El príncipe negro, que es una obra no sé si tan relevante y multitentacular, pero está muy cerca. Además hay una ausencia de solemnidad en la que uno no sabe ei está ante un sainete, ante una novela semidetectivesca inglesa o ante alta literatura, que es finalmente lo que es de una forma muy difícil de describir pero muy fácil de percibir. Es una delicia en todos los sentidos y muy pocas veces se puede uno adentrar en mundos tan bien definidos.
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Un autor semiolvidado ahora aunque tuvo un gran éxito. No es un autor maldito en absoluto. Hizo una novela muy apasionante tanto como truquera en muchos sentidos, El mago. Fowles fue un autor muy conocido incluso adaptado al cine. La torre de Ébano es una colección de relatos que funcionan casi como variaciones, al modo de las variaciones musicales de temas recurrentes en su obra. Uno casi puede reconocer trazas de algunas de sus novelas en cuentos que toman determinadas semillas, pero las llevan en otra dirección Considero que Fowles es un autor superdotado, más allá de la popularidad que tuvo en su momento. Llena cada frase de atención al detalle, de conocimiento del mundo.
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No voy a correr el riesgo de ser original recomendando Pedro Páramo, pero Siempre que se Habla de García Márquez, o se habla del famoso y sobregastado realismo mágico, se acude por razones naturales a Cien años de soledad, se olvida por alguna razón a Cunqueiro, cuando el propio Márquez decía que el realismo mágico si nació en algún lugar sería en Galicia, pero hay algo hay algo anterior a Márquez que es Pedro Páramo. Juan Rulfo resulta indefinible. Si tiene un poder Pedro Páramo para mí por encima de cualquier otro es que obliga a escribir. Es un enorme estimulante de plumas. Es una novela que es inanalizable. Su experimentalismo fragmentario, su prosa libre de todo ornato es de una belleza casi Intimidante.
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Su título completo creo que era Tres hombres y una barca y, entre paréntesis, por no mencionar al perro. Es una novela divertidísima, con esa finura del humor inglés de finales del siglo XIX, pero que parece modernísima. Está conectada incluso con las series inglesas, cuando descubrimos aquello que llamábamos humor inglés que no sabíamos muy bien qué era. Era algo entre la sorna, la ironía, la deportividad con la que se toma el dolor o las cosas que no salen bien, esa cosa flemática. Resulta genuinamente divertida y que sea genuinamente divertida casi siglo y medio después es sorprendente.