Panóptico

Michel de Montaigne, padre del ensayo y maestro de la claridad, abrió un camino que muchos han seguido con fortuna desigual. Muy pocos lo han hecho con la agudeza de su discípulo Hans Magnus Enzensberger, quizá el último ejemplar de una especie en extinción: el humanista que se aventura por todos los territorios y lanza sobre ellos los dardos de una inteligencia lúcida y paradójica, grave y ligera, comprometida e irónica, sin que esas tensiones rompan las costuras del argumento. En este volumen, Enzensberger examina con concisión y brillantez los rincones más velados de la realidad. Las veinte piezas reunidas son veinte brevedades fulminantes que abarcan desde los misterios de la microeconomía hasta las trampas de la transparencia; la anormalidad de los milagros, la racionalidad de los agentes económicos o la honestidad de las profesiones. Regresa a Orwell y Humboldt, contempla el malestar de la cultura, se pregunta si es necesario el sexo, reflexiona sobre la ciencia como nueva religión y observa cómo los textos inventan naciones. Con ironía y precisión, Enzensberger nos ofrece claves para entender —o al menos descifrar— el desconcierto del mundo contemporáneo.