10 libros que harán tu vida mejor, por Pablo Carbonell
Cantante, cómico, actor, presentador… A la retahíla de profesiones que se asocian a la carrera de alguien tan inclasificable como Pablo Carbonell hay que añadir una más: escritor. Después de publicar sus memorias, El mundo de la tarántula, el líder de Toreros Muertos acaba de editar su debut como novelista. Pepita bebe de la tradición picaresca española y añade unas dosis de surrealismo marca de la casa en un libro que, como no podía ser de otra forma, está repleto de humor. Para celebrar la publicación de su novela, le hemos pedido a Carbonell que haga un repaso por los libros que le han marcado a lo largo de su vida. Como en su carrera profesional, entre sus favoritos hay un poco de todo. De sus primeras lecturas destaca Las aventuras de Artur Gordon Pym, de Edgard Allan Poe; El camino, de Miguel Delibes, un libro que le hizo llorar a los 15 años; y El sulfato atómico, uno de los títulos más queridos de Mortadelo y Filemón, al que Carbonell confiesa deber su vocación de cómico.Entre los escritores actuales a los que admira, Carbonell incluye a Felipe Benítez Reyes, al que dice envidiar; Antonio Orejudo, de quien destaca su Fabulosas narraciones por historias; y a Mark Oliver Everett, de cuyo Cosas que los nietos deberían saber tomó la inspiración para sus memorias. En el apartado de clásicos, sus preferencias se decantan por el Romancero gitano de Lorca, las memorias de Luis Buñuel o Boris Vian.
10 libros que harán tu vida mejor, por Pablo Carbonell
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Gracias a este libro pude sentir la vida en el mar, la claustrofobia y la oscuridad de la bodega de un barco, la piratería, el vértigo, la aventura... La desaparición de su protagonista es lo más desconcertante que he sufrido en un libro.
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Tenía quince años cuando lo terminé. Nunca un libro me había hecho verter tantas lágrimas.
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El sulfato atómico | Hay un traidor en la T.I.A. (Top Cómic Mortadelo 41)
Francisco Ibáñez
Bruguera
Esta es la mejor obra de Ibáñez al que pude decirle, y es cierto, que soy humorista, gracias a él. Mi padre y yo le debemos muchas carcajadas.
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Una novela cruel, surrealista, perseguida y firmada con seudónimo. Una gozada para un joven de veinte años que la devoró de una sentada.
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La descripción de la Residencia de Estudiantes que realiza esta novela supera cualquier ensayo sobre esa época. La cerré y le di un aplauso.
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Envidio a Felipe, por si no se nota. Lo rotundo de su poesía, la facilidad que tiene para atraer hallazgos en su prosa me deja perplejo y feliz.
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Llevaba este libro en el bolsillo de la chaqueta y lo recitaba a voz en grito. Ahora me gusta más 'Poeta en Nueva York' pero 'El romancero gitano' me hizo acercarme a la poesía y a la canción.
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Uno de Los toreros muertos lo leyó durante una gira y no comentó nada. Cuando, años después, lo leí y reparé en su valor consideré que el compañero había cometido una traición imperdonable.
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Debo mi 'El mundo de la tarántula' a estas memorias de vida y obra del cantante de mi grupo actual favorito, Eels. Fascinante, el dolor es creativo.
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